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232 MIGUEL ANXO PENA GONZÁLEZ otros que asistían a las del Estudio fuesen a los Colegios religiosos a oír las lecciones. En este ambiente es donde surgen los grupos de presión, que intentarán controlar las cátedras tradicionales, así como la creación de otras exclusivas. Los primeros en lograrlo serán los dominicos, que entre 1606 y 1608 obtienen la creación de dos cátedras, una de Prima y otra de Vísperas, cuyo lector sería elegido directamente por el Rey, y pa– gadas por el Duque de Lerma 95 • Andando el tiempo, en 1652 se gradúan en el Estudio los primeros jesuitas, que pronto pedirán también la crea– ción de dos cátedras propias -también de Prima y Vísperas-, que la reina gobernadora Mariana de Austria concedería a la Compañía. Esta diferen– ciación teológica de escuelas, con la creación de cátedras propias, se re– petirá en Valladolid, Alcalá, Coímbra, México o Lima, mostrando una vez más la unidad de pensamiento católico hispánico en sus principales cen– tros de difusión. Ilustración y tomisnio La Ilustración con su afán de depuración supone un aldabonazo al to– mismo como método teológico de primer orden en la Iglesia católica. Es precisamente en ese contexto donde nos encontramos con grandes pro– yectos internacionales como va a ser el de los jesuitas belgas, conocidos como Bollandistas, que supondrán un intento sincero de depurar y editar las vidas de los santos, desde parámetros científicos y eruditos. Aunque dicho proyecto ya había comenzado en el siglo xvn, su mayor expresión se con– cretará en el siglo xvrn. No hay todavía un especial interés por la reflexión que se había hecho en Salamanca a lo largo del siglo :xvr; si hay algún tipo ele interés, es directamente sobre algún teólogo, de manera personal e in– dependiente, pero no entendiendo su pensamiento como cuerpo y como Escuela, en el marco del pensamiento teológico católico. Tendremos que esperar hasta 1766 para que]. B. Gener%, en su Scho– lastica Vindicata, haga una primera referencia sistemática a la Escuela, se– ñalando sus diversos autores y obras, pero entendiendo que se trata de un segundo momento histórico de florecimiento de la escolástica, después de la decadencia de los siglos precedentes, florecimiento que, en su opinión, se vincularía fundamentalmente a dos sedes difusoras: Salamanca y Alcalá. Señala a Vitoria como el gran artífice, juntamente con sus discípulos, que co– mentan a Santo Tomás a través ele Tomás de Vío. Presenta como discípulos de Vitoria a: Melchor Cano, Bartolomé Carranza, juan Viguerius, jerónimo Pérez, Bartolomé de Torres, Bartolomé de Medina, Francisco de Toledo, 95 C/ Clara I. RAMíREZ GoNZÁLEZ, Grupos de poder clerical en las Universidades Hispánicas. I. Los re– gulares en Salamanca y en México durante el siglo XVI, México, UNAM, 2001, pp. 711-769. 96 C/ Juan Bautista GENER, Scbolastica Vindicata, seu dissertatio bistorico-cbro11ologico-critico– apologetica pro Theologia scbolastica, Genuae, Bemardum Tarigum, 1766.
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