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LA(S) ESCUELA(S) DE SALAMANCA. PROYECCIONES Y CONTEXTOS HISTÓRICOS 229 La recuperación de las escuelas de Órdenes En la misma evolución del discurso va configurándose un estilo y una me– todología, así como un interés peculiar hacia cie1tos temas, que permanece– rán como el sustrato más valioso de la Escuela, pero que ya no se identificarán en estrecha relación con autores, como pudiera ser el caso de Vitoria, sino que éste aparece como una figura más, aunque impo1tante en su contexto y am– biente concreto. Así se entiende la explicación de Maitín Grabmann que, en su Historia de la Teología Católica, habla de "Escuela tomista de Salamanca,, 80 , entendiendo que ésta no es autónoma del tomismo de otros lugares, puesto que a renglón seguido afirma que "brillan al mismo tiempo algunos tomis– tas italianos de primer orden,, 84 • Sería, en definitiva, la comprensión del siglo de oro de la Teología espaüola, como el florecimiento de una segunda es– colástica, pero siempre vinculada a unos horizontes más amplios. Al mismo tiempo que deja la puerta abierta para otras escuelas en Salamanca, que no sean la tomista. Con este marco se entiende que, entrados en el siglo xvn, no se conozca ninguna edición impresa ele las obras del Maestro Vitoria. Sí es cierto que despertará interés en los ámbitos jurídicos, especialmente en figuras como Grocio o Bodín, pero ya no será directamente en el campo teológico, sino por las consecuencias que su pensamiento tenía, especialmente hacia el campo jurídico y político. Sí es necesario tener presente que su doctrina, así como la de otros graneles maestros, viene asumida en obras de otros auto– res, que expresan directamente basarse en las doctrinas ele Vitoria, Soto o Cano. Por otra parte, Vitoria es citado en contaclísimas ocasiones en las mis– mas obras de la época"\ razón que también es explicable, puesto que él di– rectamente no había publicado ninguna ele sus obras. Las sucesivas impresiones de las Relecciones se interrumpen a finales del siglo xvr, y no volvemos a contar con nuevas ediciones hasta bien entrado el siglo A.'VIII, concretamente en Madrid en 1765 86 • Respecto a Domingo de Soto, las ediciones se suceden con profusión hasta 1602, momento en que se producirá un gran salto, que tendrá que es– perar hasta el siglo xvm para que su pensamiento vuelva a ser estudiado di– rectamente. En el afio 1727 con un C01npendiwn Suinmularuni 87 y ya en la segunda mitad del siglo reediciones de compendios y tratados. 83 Martín GRABMANN, Historia de la Teología Católica. Desdejl1zes de la Era Patr[>tica basta nuestros días, Madrid, Espasa-Calpe, 1940, p. 186. Hí f/Jid. 8 ' En la obra de Enrique DE VILLALOBOs, Suma de la teología moral y canónica. Segunda parte, Ma– drid, Viuda de Francisco Martínez, 1646, p. 45. En un tratado tan singular como el de la guerra, sí apa– rece citado Vitoria, como uno de los autores que han tratado ele este tema, pero al mismo nivel de Luis de Malina, Alfonso de Castro o Covanubias. 81 ' q: Francisco DE VITOHIA, Relectio11es Tbeo!ogicae, Matriti, Manuel Martín, 1765. 87 q: Domingo DE SoTo, Compe11di11111 Summularum, Cosme DE LEIL~tA (ecl.), Burgis, Ioannis de Vi– !lar, 1727.
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