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LA(S) ESCUELA(Sl DE SALAMANCA. PROYECCIONES Y CONTEXTOS HISTÓEICOS 219 Francisco ele Vitoria, Melchor Cano, Domingo de Soto, Pedro ele Soton1ayor, Mancio ele Corpus Christi, por citar sólo a los que habían siclo titulares ele la cátedra ele Prima. Es el mismo Medina el que, en el prólogo ele su Exposítio in Prímam Se– czmdae''), nos informa ele que no se trata ele una elección personal, ni tan siquiera de una intuición feliz para que no se pierdan las doctrinas de los maestros, sino que pone ele manifiesto que se trata ele un empeño marcado desde la propia institución. De esta manera, se pone también en evidencia el conflicto existente entre diversos grupos ele presión en los entornos aca– démicos salmantinos, y que podemos identificar materialmente en la pérdida ele la cátedra ele Vísperas por parte ele los dominicos, así como en los con– flictos que se presentan en la oposición a diversas cátedras. Es curioso constatar el hecho ele que todos los maestros dominicos de– jaron comentarios al Aquinate, sin intención ele que fueran publicados, sino como fruto de su reflexión teológica, que se verá usada y completada por sus hermanos ele hábito con gran liberalidad, algo que correspondía con los orígenes ele la escolástica medieval. Eran discípulos ele un gran teólogo, que ellos intentan glosar, desde la realidad concreta y práctica que tienen ante sus ojos. Por lo que, en ningún momento, se siente una avidez perso– nal hacia cualquier doctrina o aportación propia, sino que es entendida casi como un depositwn fidei, como una fuente común, en la que todos beben obteniendo un magnífico resultado; incluso en la que ellos mismos consi– deran que van completando y mejorando una interpretación del tomismo. Es la prueba fehaciente ele un corporativismo institucional, que tenía su ini– cio en Salamanca en Francisco ele Vitoria, interpretado como "hombre ele preclaro ingenio, erudición y elocuencia, intérprete ele Santo Tomás en la Universidad de Salamanca". Para la nueva visión que se impone, ni siquiera las particulares dotes que adornaban a Vitoria eran lo más importante, sino que el hecho central era el ser expositor del Doctor Angélico. La ficleliclacl, por tanto, se encuentra en la continuidad con Santo Tomás, considerando este aspecto central, hasta que progresivamente llegue a ser lo único verdaderamente importante. Por lo nlismo, los comentarios impresos a la Swnnza comienzan a estar en de– pendencia respecto al tomismo. El material con el que ha ele emprender esta tarea Medina son los apun– tes, cartapacios, traslados y manuscritos que, tanto en la Universidad como en el Estudio General de San Esteban, estaban recogidos, perteneciendo di– rectamente a la elaboración por parte ele los maestros o como fruto de la labor atenta de sus discípulos, preocupados por copiarlo todo con la mayor fidelidad posible. El dominico mismo nos informa ele que no se trata de un 69 C¡f Bartolomé DE MEDlNA, .fücpositio in Priman Seczmdae, Salmanticae, Typis Haereclum Mathiae Gastii, 1578, pral.

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