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LA(S) ESCUELA(S) DE SALAMANCA. PROYECCIONES Y CONTEXTOS HISTÓRICOS 209 le ha considerado como un restaurador ele la misma. Cano no sabe apre– ciar los avances en lógica y ciencia, realizados en los siglos posteriores a Santo Tomás, produciendo el divorcio entre teología y ciencia, entre teología y progreso 16 • Sus Relecciones tienen también un interés sistemático, estando una cen– trada en los sacramentos en general y, la otra, en relación con el sacran1ento de la penitencia. El ámbito ele justicia, que ya no era afrontado desde las re– lecciones, podría haber siclo abordado en las constantes consultas y pare– ceres, pero ya no tendrían la difusión y alcance que proporcionaban éstas. Con todo, sigue quedando una puerta abierta al mundo de los manuscritos, que nunca podemos dar por zanjado, donde podríamos encontrarnos con algún dato novedoso, aunque no parece muy lógico si seguimos su trayec– toria intelectual y vital. Llegados a este punto, es necesario determinar quiénes pertenecieron a esta tradición teológica nueva, a ese pequeüo y selecto grupo que formaría la Escuela en sí. No será fácil hacer una precisión en este momento y los mismos estudiosos hacen listas diversas en las que no siempre coinciden. No parece válido el criterio de Belda Plans ele limitarse exclusivamente a la Facultad de Teología de Salamanca, puesto que, como ya hemos afirmado, las confluencias son muchas y variaclas' 7 • Por otra parte, no cabe eluda ele que el magisterio no se limita exclusivamente a la tarea docente universita– ria, sino que van surgiendo distintos ámbitos, desde los estudios conven– tuales, la publicación de obras, como los frecuentes y diversos servicios a la Corona y al Papado, donde se va haciendo reflexión teológica a partir ele las necesidades y asuntos concretos que han ele ser abordados y estudiados. Si intentásemos hacer una organización de los autores, tendríamos que partir ele una división elemental, en la que habría dos momentos fuertes de Escuela, que ya frecuentemente se denominan como Primera y Segunda Generación y, a su vez, esa primera Escuela comprendería dos momentos: el fundacional, compuesto por los maestros ele primera hora, y el segundo, por los discípulos directos de los maestros. Con todo, parece necesario aten– der también hacia el contexto formal ele la Academia salmantina en este momento. Los colegas en la tarea docente salinantina Ante las distintas interpretaciones de la Escuela, todas ellas con un ca– rácter bastante recluccionista, en razón de los intereses ele aquellos que se acercan a la misma, nos parece conveniente intentar abrir caminos, dejar .if¡ Jbid., pp. 263-264. ·• 7 q: Juan BELDA PL~Ns, ·Hacia una noción crítica de la "Escuela de Salamanca",., Scripta Tbeologica, 31 0999), pp. 395-407; id., La Escuela de Salamanca..., ofJ. cit., pp. 751-824.

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