BCCAP000000000000117ELEC
LA(S) ESCUELA(S) DE SALAMANCA. PROYECCIONES Y CONTEXTOS HISTÓRICOS 205 Teniendo estos datos presentes, la evolución que supone la tradición sal– mantina aparece especialmente clara en Domingo de Soto, desde el mo– mento en que él mismo sostiene que la Teología es una ciencia, como "hábito ele conclusiones probables,,w. Nuevamente, en el centro del discurso se sitúa la ciencia teológica, valiéndose de otras como auxiliares, pero ocu– pando un lugar indiscutible. Con la experiencia que él había tenido, desde el ámbito del magisterio hasta la vivencia concreta que le impelen las nue– vas realidades a debate, Soto vive la misma experiencia que podría estar pre– sente en Vitoria: la necesidad ele la renovación urgente ele la escolástica, acción que se consolida en Salamanca, por lo que había supuesto ya en aquellos mismos años Francisco ele Vitoria, así como por la fuerza que los clonlinicos tenían en la Universidad, como demuestra la profesora Clara Ran1írezu. La Academia no terminaba ele ver muy clara la imposición del método tomista, por lo que aún en 1538, en los Estatutos de la Universidad, se vuelve a ordenar que se cumpla en la Facultad ele Teología la lectura ele la línea respectiva. El dato es sumamente elocuente, al menos, para mostrar la dependencia entre los profesores y, por lo mismo, entre los alumnos de alguna ele las diversas vías. El texto no ofrece duelas: Ttem. Los catedráticos ele Teología ele Prima y Vísperas lean los qua– tro libros ele las Sentencias ele tal manera que en principio ele cada dis– tinción juntamente declaren la sentencia del texto del Maestro y después muevan sus cuestiones que les pareciere: el catedrático ele Biblia lea un año del Nuevo Testamento y otro del Viejo y no otra lección ni autor nin– guno: el catedrático ele partes de Santo Tomás lea las partes ele Santo Tomás y no otra cosa y ansí mismo el de Escoto al mismo y la cátedra de nominal sólo doctor nominalí 2 • Estos enfrentamientos ayudaron también a depurar el método teológico, y obligaron a los maestros a un esfuerzo mayor ele síntesis y comprensión ele aquello que estaban comunicando, convencidos éstos ele que actua– ban ele manera correcta, puesto que tampoco podemos ver en ese proce– der otro tipo de segundas intenciones. Por lo mismo, podemos valorar un antes y un después identificado en dos momentos fundamentales: w Cf C:índido Pozo, La teoría del progreso dogmático.. ., op. cit., p. 82. " Cf Clara I. RAMiHEZ GoNZALEZ, Grupos de poder clerical e11 /as Uniuersidades Jli:,pánicas. 1. Los re– gulares en Salamanca y 111éxico durante el siglo x11, México, UNAJ'vl, 2001; id., La Uniuersidad de Sala– manca en el siglo xn. Co17Joració11 académica y poderes eclesiásticos, Salamanca, Ediciones Universidad ele Salamanca, 2002. ·í 2 "Estatutos hechos por la Universidad ele Salamanca [1538]", en Enrique EsPERAIJÉ ARTEAGA, Historia pragmática e interna de la Universidad de Salamanca. 1. La Uniuersidad de Salamanca y los re¡;es, Sa– lamanca, Francisco Núüez Izquierdo, 1914, p. 155, tít. >.'Vlll.
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz