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LA(S) ESCUELA(S) DE SALAMANCA. PROYECCIONES Y CONTEXTOS HISTÓRICOS 199 el presente caso de la Teología. Medios que, para los tomistas más puros, como puede ser el caso de Báñez, estaban mal vistos y debían ser deste– rrados definitivamente, dejando al margen de la reflexión teológica toda po– sibilidad y presencia de humanismo que, en el campo teológico, se concreta en la teología positiva y el retorno a las lenguas originales. Teniendo esto presente, no cabe duda de que el nominalismo en Salamanca tuvo más im– portancia de lo que a simple vista pareciera, incluso en la Facultad de Teo– logía. Con todo, unido a esta idea, es necesario tener presentes los trabajos de Melquíades Andrés que, valorando y midiendo los éxitos de la Facul– tad de Teología, afirmaba que: El humanismo teológico espaflol no es sólo tomista o escotista o no– minalista, sino una síntesis peculiar de los tres sistemas. Ni es sólo fran– ciscano o dominico o jesuítico sino de los tres juntos a la vez. Ni ele ellos sólo, sino que lo enriquece la visión de agustinos, mercedarios, carmeli– tas... sacerdotes seculares, juristas y seglares. Esto resulta ele alto interés en la historia de Espafla y de la evangelización y civilización de América. Los catedráticos no repetían simplemente, sino que "movían cuestiones", es decir, elaboraban pareceres personales en relación con los proble1nas vivos de la sociedad y de la Iglesia 30 • Como hipótesis que ha de ser estudiada y discutida, habría que tener también presente que la ausencia en Salamanca del método parisiense de las tres vías, lejos de ser una apertura a la ciencia, como algunos autores han querido hacer ver, podría ser perfectamente la lucha interna debida y mo– tivada por la ausencia de un método propio y clarificador, capaz de dar un talante singular al estudio de la Teología en las aulas salmantinas. En lo que respecta a la afirmación de Andrés Martín, resulta interesante que, frente a la opinión general de los investigadores, él no entiende el "mover cuestio– nes,, como algo negativo, sino como una riqueza y recuperación en este momento de la segunda escolástica; donde los maestros son capaces de ofrecer luz en razón del método escolástico clásico. No cabe duda de que, en París, Tomás de Vío había supuesto la consolidación del tomismo, pero no se puede tampoco perder de vista que se trataba de un tomismo de corte más amplio que el que se configurará después. Por lo misn10, no parece tener mucha consistencia la afirmación de Belda Plans, cuando sigue manteniendo la opinión de Beltrán de Heredia, redu– ciendo el nominalismo a algo casi anecdótico 3 '. Dicha influencia debió ser significativa, aunque, posteriormente, su expresión formal recaiga en el to– mismo. No cabe duda de que la influencia de las cátedras de Prima y Vísperas sería mayor que la de Escoto y Durando, por lo misn10 los sectores rnás .lO Melquíades ANDRÉS MARTÍN, "La Facultad ele Teología. ., en Manuel FERNANDEZ ÁLVAREZ, Laureano RO– BLES y Luis E. RODRÍGUEZ-SAN PEDRO (coorcls.), La Universidad de Salamanca. l!. Atmósfera intelectual y Perspectivas de investigación, Salamanca, Ediciones Universidad ele Salamanca, 1990, p. 66. 5 ' q: Juan BELDA PLANS, La Escuela de Salamanca .. ., op. cit., pp. 58-59.

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