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siglos, cuando precisamente la Escritura ha sido un medio de confrontación ya no sólo con otras religiones, sino incluso entre los mismos cristianos 34 . Conocer a Dios por medio de sus palabras, supone la posibilidad de con- tar en todo momento con una mensaje abierto que de sentido a nuestra vida… como afirma san Juan de la Cruz, en el verso que antes citábamos: a oscuras y segura… es decir, que se nos ofrece una guía firme en el camino, «una brújula que nos indica el camino a seguir» 35 . Pero no lo olvidemos, una brújula sólo sirve en la medida en que somos capaces de interpretar aquello que nos dice, supone necesariamente la obligación de saber interpretar y saber leer… supone, por tanto, la capacidad para descifrar su mensaje. Y este mensaje implica, por una parte, el estudio atento que posibilita la adecuada interpreta- ción del texto, manteniendo los dos niveles de comprensión: el literal y el espi- ritual 36 ; y, por la otra, una asunción personal de la misma en la propia vida. Sin olvidar que, en la inspiración de dicha palabra, en su interpretación y en la comprensión de la misma, ocupa un papel singular el Espíritu Santo 37 . Es éste el que actúa como garante de la misma, permitiendo que ésta resulte eficaz. Detengámonos brevemente en este último detalle, el de la eficacia. Esta- mos acostumbrados a una manera de comprenderla e interpretarla, tanto en nuestra vida, como en nuestro entorno social. Desde una lectura evangélica, la eficacia supone maneras nuevas de ilustrar y leer los acontecimientos, entrando en juego elementos que en otros entornos pasan totalmente desaper- cibidos. La eficacia, si es posible hablar de la misma desde una clave evangé- lica, supone ese proceso que los maestros de oración han tenido presentes en su vidas, desde el momento en que las decisiones para ellos dejan de ser algo personal, dejando espacio al Espíritu en las mismas, viéndose en muchos momentos abocados a hacer cuestiones que estaban lejos de sus intereses ori- ginales. Es el proceso que la Lectio marca entre la oración-contemplación y el discernimiento. Aquello que san Gregorio Magno describió de una manera magistral con aquella metáfora: «Se podría comparar la Palabra del texto sagrado a una piedra de pedernal. En la mano se mantiene fría, pero, golpeada con un hierro, brilla en centellas y, la 192 34 Precisamente por ello, en las Proposiciones presentadas al Papa, al clausurar el Sínodo de la Palabra, en la n. 16, acerca del Leccionario se insistía en que: «La revisión de un Leccionario podría ser hecha en diálogo con aquellos socios ecuménicos que utilizan este Leccionario común». 35 Proposición n. 34. Texto tomado de: Mensaje para la XXI Jornada Mundial de la Juventud, 9 de abril de 2006. 36 Proposición , n. 6. 37 Ibid ., n. 5.

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