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valentía: No soy yo el perturbador de Israel, sino tú y tu familia, que habéis desamparado los mandatos del Señor siguiendo a Baalim 169 . 9. Jeremías tampoco halló, quando al salir de Jerusalén para ir a la tierra de Benjamín, fue aprehendido y encarselado con el pretexto de que iba prófugo a los caldeos. Por que entonces lleno de ira santa, por la defensa de su honor y de su ministerio de profeta, les dijo cara a cara que mentían, pues él no pensaba ni había pensado profugar a los caldeos 170 . Todabía es más que el día de Pentecostés, hablando los apóstoles en diferentes idiomas al oír que los judíos hacían irrición de ellos diciendo, que estaban borrachos , San Pedro lebantó su boz clamorosa entre la multitud y les respondió «de ninguna manera están borrachos estos, como bosotros los reputáis, pues todabía son las nuebe del día, están cumpliendo la profesía de Joel» 171 . 10. Los profetas y los apóstoles hablaron siempre con energía respondiendo, replicando y recusando a sus perseguidores y enemigos, quando éstos an tratado de ultrajar su sagrado ministerio, para impedir el oprobio, que su silencio ocacio- naría en descrédito de la verdad, de la Religión, y de la doctrina católica, a (f. 3r) demás de la obligación común que tienen de defender su buena fama todos los prelados, para que se glorifique Dios con el elogio de sus buenas obras, según sentencia del apóstol San Pedro 172 . 11. El callar y disimular semejantes maldades, sería lo mismo que consentir- las y confesarlas en el sentido de una elegante Ley 173 con Salustio y Menandro, los quales fundados en esta misma presunción aunque violenta, aconsejan, que nunca se deben despreciar ninguna calumnia por más falsa que ella sea. Por que sino se desmiente a clara luz, la engrandeserán sus autores combatiendo por donde debían ser destruídos. Por lo que San Basilio y San Atanasio en su Apologético, enseñaron que combiene contradecir exforsadamente las calumnias buscando remedio, y medesina pronta, para las heridas que ellas abren con no menos cuidado que las que resiben en el cuerpo, por que aquellas son más pro- fundas, más sensibles y más peligrosas que el golpe del dardo o de la espada 174 . 12. Por esta causa debo formar y he formado grave escrúpulo en omitir la queja que dicta la Ley, y mi conciencia inspira contra ofensas tan enormes, como las que se han irrogado a mi persona, y a mi dignidad, con presupuestos falsos, acusaciones injuriosas y horrendos insultos contra mi lealtad, ascendrada, contra Conflictos en las independencias hispanoamericanas… 173 169 3. 3 Regum cap. 18 v. 17. Non ego turbati Isrrael sed tu et Domus patris tui qui dereli- quistis mandata Domini et secuti estis Batalim. 170 Jerem. 37. v. 12 hasta 14. 171 Act. Apost. cap. 2 v. 15. 16. Non enim sicut vos estimatis hi Ebrei sunt. Cum sit hora dice tercia. Sed hoc est quod dictum esper profetam Jeel. 172 S. Petris 2. v. 12. Combersationem intergentes habentes bonam ut in eo quod detractam de vovis tanquam de male factoribus, ex bonis operibus, vos considerantes glorifisent Deum in die vicitationis. 173 L. 4. f. de manes micionibus. 174 S. Atan. en su Apologetico «ictus autem calumniae gravius quam lapides feriant est enim calumnia clava et gladius et jaculum incuravile, ut vit Salomon, sed is veritas mederi potest, que ubi negligitur vulnera serviora fiunt».

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