BCCAP000000000000115ELEC

manos del Presidente y Cabildo eclesiástico, y como él mismo expresará en carta a dicha institución, renunciará formalmente ante el Rey, para que el Papa lo libere del vínculo espiritual que tiene con esa diócesis 59 . El obispo es forzado a tomar esa decisión pero, como el mismo afir- ma, «he accedido gustosísimo a esta solicitud», poniendo el gobierno en manos del Cabildo. Por el contexto, se ve claro que se trata más de una delegación que de una renuncia. Es algo lógico, puesto que para la vali- dez canónica de algunos actos, se requería la constancia de dicha delega- ción, al no ser ejecutadas por el poseedor de la potestad legítima. Desgraciadamente, no contamos con la delegación expresa de las faculta- des que vienen conferidas; pero, partiendo de que se trata de una delega- ción, se entiende que las responsabilidades propias y específicas que no podrían ser delegadas seguirían en vigor. De esta manera, el prelado segui- ría gozando de la capacidad para emitir actos con forma canónica, como sería el caso de una excomunión. Así lo interpreta el Cabildo eclesiástico 60 . Siguiendo el decurso de los hechos, al día siguiente el 18 de julio, el Cabildo «ha aceptado dicha dimi- sión en fuerza de las mismas razones y circunstancias, que han influido a la prudente y perspicaz integridad de V. Señoría Ilustrísima a efectuarla» 61 , pasando a elegir al sustituto que recae en Guillermo Zárate y solicitar del prelado «para que se digne conferirle directamente todas las facultades con- venientes y la comisión necesaria, para los asuntos que ocurrieren» 62 . Ocho días más tarde, el 23 de julio es obligado a abandonar la ciu- dad, lo que hace al día siguiente a primera hora, dirigiéndose a la Hacienda de Millocato, donde permanecerá hasta el 20 de septiembre. El 136 Miguel Anxo Pena González entretanto toman las cosas mejor semblante. - Dios nuestro Señor guarde a V. Señoría Ilustrísima muchos años. Sala capitular de La Paz, las once de la noche del día diez y seis de julio de mil ochocientos nueve - Francisco Yanguas Pérez - Doctor José Antonio Díez de Medina - José Domíngo (f. 5r) de Bustamante - José Ramón de Loayza - José Mariano Castro - Juan Bautista de Sagarnaga - Doctor Baltazar Alquiza - Ilustrísimo Señor Obispo de esta ciudad». Expediente del Obispo de la Paz , f. 4v-5r. 59 Cf. El Obispo de La Paz al Cabildo eclesiástico de dicha ciudad. La Paz, 17 de julio de 1809, in: Expediente del Obispo de la Paz , f. 5r. 60 Cf. El Provisor y Gobernador de La Paz a su Obispo. La Paz, 18 de julio de 1809, in: Ibid ., f. 5r-v. El mismo obispo en el Recurso presentado a la Audiencia de La Plata , hará notar que se le pedía «especial comición para todo lo conserniente al govierno del obispado, entendiendo, como debía entender, que una semejante renuncia viciosa y nula por todos respetos, no lo podía autorisar para poder governar bálidamente». Apéndice , doc. 5, n. 25. El presente documento, que tiene un valor singular para nuestra investigación es el Recurso enviado por el Obispo de La Paz al Presidente de la Audiencia de la Plata, en que se refiere se justifican y defienden sus actuacio- nes, recurriendo para ello al derecho canónico y al civil. 61 Ibid. 62 Ibid., f. 5v.

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz