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Pío XI se mantendrá firme en la defensa de los derechos de la sociedad, respondiendo nuevamente al principio clásico del bien común, lo que preten- día poner de manifiesto con la publicación de la Carta Encíclica “Humani Generis Unitas” 10 . Ya el título hace intuir cuáles serían los principios que defendía el Pontífice y que estaban vertebrados por el rechazo de toda forma de totalitarismo. Al mismo tiempo ponía en evidencia el riesgo para la socie- dad, si se hacía depender todo del Estado, entendiendo que éste no funciona- ría siempre y en todo momento como defensor de la unidad de la humanidad y de los derechos del individuo. Abiertamente se estaba también haciendo refe- rencia a la despersonalización de la vida humana, que tenía antecedentes en los veloces cambios que se habían sucedido, y donde ocupaban un papel rele- vante las fuerzas económicas. Desgraciadamente, el 10 de febrero de 1939, Pío XI fallece sin que la Encíclica sea promulgada. También con la intención de ofrecer luz, frente a la situación y sensibiliad social que se había ido despertando en la Iglesia a lo largo de las últimas déca- das, en 1931, había ya publicado la “Quadragesimo anno” 11 , a los cuarenta años de la “Rerum novarum” de León XIII, donde se hacía una serena llamada a restaurar el orden social, al tiempo que se hacía una crítica al sistema social económico dominante, rechazando también el socialismo y comunismo, por tener una antropología errónea. Este último detalle es el que nos parece más significativo, puesto que no se trataba sin más de una crítica hacia un tipo de totalitarismo, sino que se pretendía ir más al fondo, haciendo notar que la lec- tura del ser humano, nuevamente, era manipulada y utilizada con intereses exteriores. Así, la lucha de clases era confrontada a partir de las categorías clá- sicas de bien común y concordia, que se acomodaban al lenguaje del momento. Pío XII, desde el primer momento, intentará recuperar el espacio pacifica- dor y conciliador que había tenido su antecesor Benedicto XV en la 1ª Guerra Mundial, pero la situación en aquel momento ya era otra. A este fin, y con la intención de evitar el conflicto, no promulgará la “Humani Generis Unitas”, ubicándose entre la condena moral de la guerra y los intentos de mediación política. Es cierto que su pontificado tiene lugar en un período especialmente complicado, entre la 2ª Guerra Mundial y la guerra fría. En palabras de Roger Collins: 35 10 Cf. G. Passelecq - B. Suchecky, The Hidden Encyclical of Pius XI , Harcourt, Brace, 1997. 11 Cf. Pius XI, “Litterae Encyclicae «Quadragesimo anno»”, en Acta Apostolicae Sedis 23 (1931) 177-228.

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