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CONTEXTO SOCIAL DE LA VIDA DEL CARDENAL E. RUFFINI IGLESIA Y SOCIEDAD EN EL SIGLO XX Pretendemos acercarnos a la figura del Cardenal Ernesto Ruffini, con la intención de mostrar que, ante todo y sobre todo, nos encontramos con un hombre perfectamente inserto en su momento histórico, haciéndolo además de una manera acertada, que suponía incluso la incomprensión en su entorno en diversos momentos. Supo responder ante variadas situaciones a lo largo de su vida, acomodándose a las mismas y no viviendo de los recuerdos de un pasado que fue y de un futuro que podría haber sido. “Un hombre merece el nombre de cristiano cuando la integridad de su conducta, la franca profesión de la Religión, la rectitud de relaciones que lo vinculan al prójimo, especialmente a los miembros de la propia familia, con la participación consciente en todo aquello que puede interesar al bien común y al amor concreto hacia los pobres, está en grado de poder dirigir a cuantos se encuentran a su alrededor la invitación de San Pablo: « Sed imitadores míos, como yo de Cristo » (1 Cor 11,1)” 1 . Nuestro presente está necesitando de figuras de esta talla humana e inte- lectual, figuras complejas que muestren que las cosas no son tan sencillas, como, en muchos momentos se nos quieren hacer ver. Un mundo complejo, necesita de hombres complejos, capaces de reconocer los matices, de no valo- rar o medir todo con la misma medida, capaces de acomodarse a las circuns- tancias y necesidades del interlocutor que tienen ante ellos, respondiendo no sólo en una referencia al individuo concreto, sino también a la sociedad de referencia. Esta realidad se hace todavía más necesaria en un mundo como el 25 1 E. Ruffini, “Il laicato cattolico”, en Id., Lettere pastorali , Roma, Ancora, 1964, 158. 2.