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Miguel Anxo Peña González y verdaderos derechos del hombre, reconociendo que los americanos eran iguales en todo a los españoles, reconocía en conciencia que América no era una colonia sino una parte integrante de la Monarquía". 64 Así, Morelos, desde las páginas del "Seminario Patriótico Americano", así como en sus discursos para las Asambleas de Zituácaro y Chilpancingo Morelos, con ayuda de su secretario el Dr. Cross, argumentaron contra el despotismo del gobierno: "La soberanía reside esencialmente en el pueblo. El pueblo transmite el poder al monarca. El pueblo es libre para reformar sus instituciones políticas siempre que le convenga. Ningún pueblo tiene derecho para sojuzgar a otro si no precede una agresión injusta". Como es lógico, después de este alegato, el paso siguiente era la proclamación del derecho de .rebeldía contra la opresión del despotismo borbónico. Por ello, la constitución mexicana, sancionada en el Congreso de Apatcingán el 22 de octubre de 1814, proclamó el principio irrenunciable de que la soberanía reside originariamente en el pueblo y su ejercicio en la representación popular. Los escritos de Morelos fueron redactados al tiempo que mandaba a su ejército, por lo que no se trata del análisis de un experto capaz de distanciarse personalmente de las cuestiones que trata. La manera como aparece definido resulta sumamente sugerente, pues vincula distintos niveles de comprensión y sensibilidad: Pacifista por naturaleza y por vocación cristiana, Morelos fue guerrero por des– tino. Combatió al frente del Ejército de Redención que Dios comandaba, María de Guadalupe protegía y él organizó admirablemente. El P. José María Morelos no fue original al proponer las que eran tradicionales conclusiones teológicas y políticas que estaban vigentes en su tiempo, las cuales justificaban moralmente el uso de los medios violentos a los que él acudió. Fue, con Hidalgo, original en atreverse a llevarlos a cabo. 65 64 Cfr. P. Leturia, EJ.ocaso del Patronato &al en la América española..., 1925. 65 A. Churruca, "El pensanúento de Morelos", p. 251. Parece interesante, en este momento, retomar, al menos,.un ejemplo, entre sus cartas, memoriales y manifiestos: "Espera la América que se unan todos sus hijos, y os hagan resistencia, hasta acabar con vosotros, pues aunque no veáis a los pueblos alarmados, sabed que en todas partes, nos desean para sacudir el yugo que los tiene oprimidos, y después de nuestra compañía burlarse de vuestras inicuas providencias y talentos militares. Espera que los americanos de honor, primero perderán la vida y sacrificarán todo su haber en defensa de los sagrados derechos de la Religión, Rey y Patria, para tener gloria cuando vuelvan a sus hogares de enseñar sus heridas y cicatrices... Espera que si no os rendís tendréis un desastrado fin, que no descansarán en paz vuestras cenizas, y lo mismo la de todos aquellos criollos cobardes indignos de ser contados, en el número de los hombres, y dignos sí de ser confundidos en el error hediondo de la traición, que creyendo en vuestras falsas promesas, hoy tributarán llenos de orgullo, inciensos propios necios y aduladores. Espera (más que en sus propias fuerzas) en el poder 60

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