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Fray Alonso de la Veracruz: un antecedente de la independencia americana originaria de todo orden social en el pueblo. 61 Era algo lógico, puesto que había sido alumno de los jesuitas. De esta manera, se entiende -glosando las palabras de Villoro– que la declaración de los derechos del hombre, que habían tenido un momento singular en la proclamación por parte de Estados Unidos y, posteriormente, por la Asamblea Nacional de Francia, tenía un fuerte sustrato y soporte ideológico en los principios asentados por los autores clásicos hispánicos aquende y allende los mares, algo que había identificado claramente fray Servando y que no podía tener otra consecuencia más que la insurgencia. 62 Morelos fue, sin lugar a dudas, la figura por antonomasia que encarnó este clero, que se localizaba entre lo político y lo caritativo. Presentó el Patronato Indiano como un remedo del anglicanismo herético de Jacobo 1 y, para apoyar su tesis, acudió también a los argumentos de Suárez, que había aprendido después de 1772 en el Seminario de Michoacán. 63 Contaba además con el populismo suareciano que había estado presente en el informe redactado el 30 de mayo de 1810 por el deán de aquel obispado. No se puede tampoco minusvalorar el desprecio sufrido por los diputados americanos en las Cortes de Cádiz (16 de diciembre de 1810), cuando éstos proponían como uno de los medios a tener en cuenta la restauración de la Compañía de Jesús, porque la consideraban la sociedad más admirable que habían conocido para la educación de la juventud. Por su parte, el Arzobispo de Charcas, en sus Cartas Mexicanas de 1809 y más tarde en su Carta a los Americanos de 1815, "se resolvió a hablar de los sagrados 61 Cfr. L. Villoro., Elproceso ideoMgico de Ja revolución de Independencia, p. 77. Este tipo de argumentación tendtá su presencia en todos los ideólogos de la Independencia. Ya hemos hecho referencia al caso del licenciado Verdad o el mismo Azcárate, que expresaba sin ninguna rotundidad que existía un pacto entre la nación y el soberano, que no podía ser roto unilateralmente. Cfr. ''Votos sobre la proposición presentada por Villaurrutia", t. II, doc. 46. Por su parte, Teresa de Mier entendía que el pacto de Valladolid, de 1550, en que se habían elaborado las bases jurídicas de los nuevos reinos era la base de la Constitución Americana, por lo que él lo denomina de esta manera. Tomemos, a modo de ejemplo, un testimonio suyo sobre la ansiada libertad: "Los que están acostumbrados al silencio que reina en las monarquías, al derredor de la tumba de la libertad, se escandalizan de la magnitud y divisiones que hay en una república, especialmente al principio, cuando se están zanjando sus cimientos. Estos son los síntomas de la libertad naciente, en lucha con los humores de la esclavitud que están haciendo crisis. Intenta andar libremente el que estaba ceñido con las fajas de la infancia y se dará mil golpes, hasta que con el ejercicio se robustezca y la eiperien~ia le enseñe las distancias y los riesgos. Tropieza igualmente el que acaba de soltar inveteradas cadenas. Las inquietudes posteriores son efecto de la misma libertad". S. Teresa de Mier, Memoria. Un .fraile mexicano deste"ado en Europa, p. 309. 62 Cfr. L. Villoro, Elproceso ideológico de Ja revolución deIndependencia, p. 59; S. Teresa de Mier, Memorias. Un.fraile mexicano deste"ado en Europa, p. 239. Acerca de los insurgentes, cfr. E. van Young, La otra rebelión. La lucha por Ja independencia de México, 1810-1821. 63 Cfr. A. Velasco Gómez, Lapersistencia delhumanismo republicano en Ja conformación de Ja nación y elEstado en México. 59

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