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Fray Alonso de la Veracruz: un antecedente de la independencia americana La Teología proponía,una serie de nociones, categorías y divisiones que servían de base también para el Derecho. Por su parte, la casuística planteaba enmiendas a todas las situaciones que se podían dar en la vida. El probabilismo, especialmente moral, ofrecía la opción más amplia y, por lo mismo, la comúnmente más aceptada, lo que, a su vez, tuvo como consecuencia que fuera la más combatida desde los círculos teológicos regalistas. En cuanto al pensamiento socio-político, interesaba dejar de lado las doctrinas de Francisco Suárez y Juan de Mariana, que tenían un sustrato fuertemente democrático. La realidad práctica era que aquellos que habían sido educados por los jesuitas en colegios, seminarios y universidades, serían los que en adelante impartirían la docencia, por lo que se mantendrá la continuidad del pensamiento. Como hemos puesto de manifiesto en otros trabajos, 30 desde los primeros momentos de la expulsión de los jesuitas, se implantó un plan de enseñanza que rechazaba el probabilismo, sustituyéndolo por una Teología segura para los intereses de la Corona. En su lugar se proponían autores que aseguraban el centralismo y el control que Carlos III deseaba. No había una preoéupación teológica que fuera sensible a los grandes temas sociales del momento, sino que el motor ideológico era la autoafirmación del Estado. A partir de este momento, en relación a diversos temas concretos como el argumento de autoridad, se trasparentó la tendencia regalista, donde se .comenzaron a proponer autores hispánicos pertenecientes a la Escuela de Salamanca, pero todos ellos con una clara dependencia o vinculación con los intereses de la Monarquía. Es el caso de los teólogos Melchor Cano y Domingo Báñez o de los juristas Diego de Covarrubias y Leyva, Juan Solórzano Pereyra, Palacios Rubio o el mismo Gregario López. Estos nombres, como aquellos que podríamos considerar como más sobresalientes, representan además un tipo de institucionalización teológico y jurídico con una fuerte repercusión en las instituciones políticas. La relación entre teología y política en las aulas universitarias fue discutida al abordar temas tan importantes como el tiranicidio, al que ya nos hemos referido. Entonces se produjo una sustitución formal de la enseñanza de Suárez y Mariana:, donde la soberanía residía en el pueblo, por la teoría del derecho divino de los reyes, apoyada en Bossuet, y se condenaba como crimen de lesa majestad, divina y humana el atentar contra el soberano. Se trataba así de recuperar esta visión, convirtiéndola en doctrina oficial. Por ello, en su defensa escribirán diversos teólogos, que serán escogidos como manuales adecuados. 3 ° Cfr. M.A. Pena González, "La teología en Salamanca en el siglo XIX", y Aproximación bibliográfica a la(s) ''Escuela(s) de Salamanca'~ así como La Escuela de Salamanca. De la Monarquía hispánica al Or(Je católico. 49