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90 MIGUEL ANXO PENA GONZÁLEZ diendo a lo largo de los siglos. Así en 1839, Gregorio XVI recurriendo a las penas eclesiásticas, condenó la crueldad de la esclavitud26, hecho que León XIII interpreta como profético, unido al acontecimiento que él está viviendo ahora: “Oportunamente ahora a Nos ocurre, el recibir las congratulaciones de príncipes y gobernadores por haber conseguido, después de perseverantes ruegos, que se hubieran escuchado las largas y justas protestas de la naturaleza y la religión”27. Muestra cómo su alegría, se ve truncada por el hecho de que, en algunas partes de Africa, se sigue practicando la servidumbre. Su arrojo y valentía no se arredra, por lo que llega incluso a nombrar algunos de los Jugares más significa tivos, incluso descubriendo cómo son trasladados los pobres infelices y las fre cuentes divisiones de las familias por los intereses de sus propietarios. Esta rea lidad es la que le conmueve y le lleva a pedir el final de tan execrable práctica. Para él una vía eficaz son los misioneros, que mediante la tarea de difundir la fe y poner por obras el ejemplo de San Pedro Claver lograrán lo que impiden los intereses particulares28. Por otra parte, no quiere opacar la alegría que le ha producido el hecho, por lo que nuevamente se dirige a los obispos del Brasil, buscando su apoyo y con firmación para el hecho histórico que ha acontecido en aquellas tierras. Enten diendo que ellos podrán ser unos buenos mediadores, para que la esclavitud sea eficazmente desterrada. Con toda lógica Pecci está siendo consciente de toda la realidad que ha vivido Brasil, en un proceso de casi ochenta años, donde no ha sido suficiente con unas leyes y normas oficiales, sino que es necesario el res paldo social y, sobre todo, moral que pueden dar los pastores. De otra manera, está refiriendo a aquella clásica tríada defendida por los conservadores brasile ños, cuando decían que la esclavitud debería ser un camino lento, procesual y seguro. Así lo expresa él: “Hace falta esperar sobre todo que sea suprimida y borrada la esclavitud como todos deseaban, sin ninguna violación del derecho humano y divino, sin ninguna turbación social, y más bien con segura ventaja de los mismos esclavos en cuestión”29. La última recomendación va dirigida, hacia el comportamiento de los que van a ser liberados, para que respondan con coherencia a la libertad que les va a ser concedida. Esta tarea cree que habrán de desempeñarla los pastores. Por otra 26 Cf. GREGORIUS PP. XVI, “Epistola liz supremo. Servitus et commercium Indorum et Nigratum reprobantur, 3 decembris 1839”, en Acta Gregorii XVI, vol. II, 387-388. 27 “Opportunissime vero Nobis accidit, ut sua summos principes rerumque puhlicarum moderadores gratulatione prosequamur, quipus perseveranter instantibus, querimoniis diuturnis aequissimisque naturae et religiones iam satis est factum”: Jo plurimis, 555-556. 28 De esta manera, León XIII estaba ya dejando la puerta abierta, para lo que luego sería su encíclica Cathoticae Ecclesiae. 29 “Quod enim exoptabant omnes, tolli et deleri servitutem, hoc prospere cedat optandum maxime est, nullo divini tel humani iuris incommodo, nulla civitatis perturbatione, atque adeo cum solida ipsorum, quo rum agitar causa, utilitate servorum”: Jbidem, 558.
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