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6. Volumen del pulso: Plenus-Vacuus 7. Tacto del pulso: Calidus-Frigidus 8. Duración del pulso: Frequens-Rarus Continens-Resolutus Spissus-Lassus 9. Igualdad o desigualdad Aequalis-Diversus 10. Orden o desorden: Ordinatus-Inordinatus 11. Ritmo: Pondus-Arrythmus Naturalmente, en la práctica no todos estos pulsos son identifi- cables, ni todos tienen relevancia clínica. De ahí que sólo algunos estén bien identificados y tengan nombre propio. Entre otros, Avicena cita los siguientes: undosus (fluctuosus), chordosus, conti- nuus, vermicularis, bipulsans (dicrotus), cadens in medio, recipro- cus (mesalius, pulsus inclinatus, pulsus innuens), formicans, serrinus (serratus), intersectus, dorcadisans (gazellans), cauda sori- cina (murus innuens), reditivus, spasmosus, syncopizans, tremulus, retortus ( Canon L. I, fen 2, doc. 3, summa 1, cap. 3). La técnica semiográfica no permite diferenciar todos los pulsos idealmente posibles, pero sí, al menos, los aquí descritos. Sería injusto reducir la semiología clásica del corazón a la pal- pación del pulso. Además de ella, se aplicó, bien que de manera quizá no sistemática, la percusión y la auscultación inmediata. Una 58 DIEGO GRACIA

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