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Biblia. De esta forma, Cromwell establece la correspondencia con- ceptual entre dos dominios: un dominio fuente procedente, princi- palmente, del Antiguo Testamento, y un domino meta que es la realidad político-social del gobierno de Cromwell . El Lord Protector emplea estratégicamente sus conocimientos religiosos con el fin reproducir y mantener una ideología a la vez que está legitimando su posición de poder. José Luis Rodríguez Molinero, Prof. de la Universidad de Salamanca, inicia su discurso sobre el ser humano como totalidad espiritual afirmando que el planteamiento filosófico tradicional sobre la relación alma y cuerpo en el hombre puede ser calificado de con- sideración lógica u objetiva sobre dicha problemática, por cuanto es el resultado de la actitud de un sujeto que reflexiona sobre un suje- to. Partiendo de las directrices provenientes de la Fenomenología, sin embargo, es posible poner de manifiesto cómo el planteamiento ontológico, que arranca desde la propia realidad de la existencia humana, por el hecho de ser más radical u originario es, también, el más adecuado para el análisis de lo que es la realidad humana como tal. En esta perspectiva fenomenológico-ontológica, la realidad del ser humano, antes que una dualidad, de carácter lógico, de alma y cuerpo, se muestra que es unidad y totalidad espiritual, donde el tér- mino espíritu ( nous ) está, consecuentemente, lejos de significar algo así como un estrato o esfera superpuestos al alma y al cuerpo, enten- dido éste como cuerpo vivo ( Leib ). Como equivalente al yo, el espí- ritu expresa un ser en realización e incide verticalmente sobre el alma y el cuerpo vivo. Y éstos, por su parte, remiten, a su vez, al espíritu. En definitiva, de suyo, el ser humano, antes que dualidad, es una totalidad espiritual. Abilio Enríquez, OFMCap ., Madrid, comienza dando a conocer dónde y cómo nació el Cántico Espiritual de san Juan de la Cruz , objeto de su comentario en sus elementos figurativo-literarios. Se estudian las tres principales figuras retóricas que usa el autor: metá- fora, alegoría y símbolo. Se detiene algo más en la primera, por ser 1a más usada y tener parte en las otras. Se cita, en apoyo de su jui- cio, a los dos especialistas más autorizados, Menéndez y Pelayo y Dámaso Alonso. Finalmente, con el bagaje literario imprescindible en estos estudios, se valora y comenta literariamente cada uno de los versos de la Introducción del Cántico . 10 LAS RAZONES DEL CORAZÓN