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100 en las situaciones concretas, ayudando especialmente a los ausentes a hacer vivo el mensaje del Señor. Al mismo tiempo, marca un protocolo que determine una estrategia pastoral concreta, en la que propone inter- venir por categorías de personas, respondiendo mejor a las necesidades concretas y diversas que tiene cada grupo 28 . Considera que corresponde también a los laicos intervenir respecto a las diversiones, especialmente en aquellos en los que su influjo no es positivo 29 . Como alternativa a los que él considera más dañinos, –los espectáculos, el juego de dados y las conversaciones frívolas–, propone un encuentro entre amigos para escuchar una lectura edificante 30 . Po- dríamos considerar que el puesto preciso para el laico, en la eclesiología de san Juan Crisóstomo, es su función esencial dentro del sacerdocio común de los fieles y, aunque esto es verdad, está exigiendo también su expresión como función de magisterio, por la naturaleza propia de la Iglesia como Cuerpo místico de Cristo y pueblo de Dios. Necesariamente exige que el laico haya él primero escuchado, medi- tado y asimilado la palabra de Dios a través de la lectura personal, com- pletada también por medio de la escucha de la misma en la predicación. De la profundidad del corazón la palabra de Dios se extiende a todo el universo con una gran fuerza. Así, el laico es instruido en los dogmas de la fe –el Símbolo–, especialmente en las catequesis de los catecúmenos. Al mismo tiempo, no se puede olvidar que la función profética exige necesariamente el testimonio del propio obrar. Considera, además, que la función profética de los laicos es pri- vada y no puede suplir la predicación pública. Al laico le corresponde la peculiar función de hacer de puente entre el predicador y la asamblea, entendidos como asistentes. El ejercicio de la función profética implica, por tanto, la corrección de los hermanos que comparten una misma fe; considerando que atender a la corrección fraterna hace comprensible incluso el pecado al propio individuo 31 . Pero dicha corrección ha de ser 28 Cf. Ibid., 1,8 (PG 48,856); 5,12 (PG 48,902). 29 Así lo expresa, respecto al teatro en muchos momentos, cf. ID., In sanctum Matthaeum evangelistam , hom. 46-90 (BAC 146,3-736); ID., Las catequesis baustismales [10,1] Madrid, 1995, pp. 191-193. 30 Cf. ID. In Genesim , hom. 6,6 (PG 53,61). 31 Cf. ID. Adversus Iudaeos , 4,7 (PG 48,881-882).

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