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LA CONSOLIDACIóN DE LA TEOLOGíA EN LA UNIVERSIDAD DE SALAMANCA DEL CUATROCIENTOS 135 res emblemáticos como Bolonia, en el que se recrea para su Colegio. Es precisamente esa preocupación por la Universidad de Salamanca, la que le lleva a que su Colegio esté vinculado a la misma. No cabe duda que su promoción era fruto de las buenas relaciones de que gozaba en los entor- nos cortesanos de Castilla y Aviñón 32 . Por ello mismo, Rodríguez-San Pe- dro considera que: Este Colegio de San Bartolomé debe inscribirse en el contexto de actua- ciones de la Monarquía pontiicia aviñonense y del necesario desarrollo de su maquinaria eclesiástica y administrativa. Su objetivo era la formación de cuadros técnicos en Derecho y Teología al servicio de los intereses de la Iglesia 33 . Por lo mismo, no resulta muy aventurado pensar que, en su origen, el Colegio de San Bartolomé, sería un lugar donde tenían acogida y respaldo las tesis conciliaristas. Por un lado, no sería muy lógico que Anaya disintie- ra de aquellos que le habían promovido, tanto desde el ámbito monárquico como desde el pontiicio. Por otro, creemos intuir que se trata de una me- dida fundamentalmente política, correspondiendo con los intereses que él quiere y pretende defender, puesto que un hombre vehemente y beligeran- te como él, seguramente se encontraría mucho más identiicado en una interpretación conciliarista, donde el poder de un posible contrincante –como era un Papa monárquico– podía resultar un freno concreto a sus intereses. Así creemos que pueden interpretarse algunos de los hechos que más tarde acaecerán en su vida, teniendo incluso que retractarse y some- terse a Martín V 34 . Al mismo tiempo, no se puede olvidar que colegiales de primera hora y renombre mantendrán también la defensa de dichas tesis, como es el caso de Mella o el Tostado, por citar a dos iguras sobresalien- tes. Aunque en este momento la mayoría de los maestros y docentes son iguras que resultan casi desconocidas en nuestro presente, debieron tener 32. Precisamente, Enrique III, en 1402, lo había nombrado, Presidente de Castilla y ca- beza del Consejo Real, la máxima distinción y responsabilidad posible. Su declive en los en- tornos cortesanos tiene lugar después de 1408. Por otra pare, su aprobación, fundación y do- tación por parte de Benedicto XIII era fruto de su buen hacer al frente de la embajada caste- llana al Concilio de Constanza, siendo además promovido a la sede hispalense, lo que utiliza- rá para la consolidación del Colegio. Posteriormente, de Martín V obtendrá la ratiicación de dicha fundación y dotación, cf. Bulario , t. II, p. 92, n. 532 (Constanza, 29 de noviembre de 1417). Unos días más tarde, incluso, se exime al Colegio de la jurisdicción del ordinario, cf. Bulario , t. II, p. 95, n. 534 (Constanza, 14 de diciembre de 1417). 33. L. E. r odríguez -s an p edro B ezares , Don Diego de Anaya y Maldonado, fundador del Colegio de San Bartolomé de Salamanca: 1357-1437 , p. 559. 34. A este respecto, en relación a la suspensión y detención de Anaya, cf. Bulario , t. II, pp. 219-220, n. 657 (Tívoli, 13 de septiembre de 1422). Para la posterior reconciliación, cf. Ibid ., pp. 223-224, n. 660 (Roma, 13 de enero de 1423).

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