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EPIFANIO DE MOIRANS: MISIONERO CAPUCHINO 113 ejercitar las facultades que tienen concedidas, durante ocho días, a beneficio de los fieles que se encuentren de camino. Respecto a su petición de ser acompañados por otros religiosos, se les deniega, debiendo ir todos los misioneros con la debida confirmación de Propaganda fide, al mismo tiempo, se les prohíbe entrar en la provincia de Quaiacheu, ya que las islas americanas, dependientes de la corona de Francia, están destinadas a los PP. Dominicos, y éstos no consideran oportuno que se conceda la facultad. Sin más preámbulos retornan a la misión a ellos encomendada, tomando posesión de la misma y comenzando los trabajos de evangelización. A lo largo del año 1678, Moirans se encuentra en la Martinica, y el gobernador le propone que pase a desempeñar su ministerio en la isla de Granada. Parece que lo rechaza y, en octubre de ese mismo año, embarca en una canoa de los caribes desde San Vicente para alcanzar Tierra Firme. Con toda claridad, en este espacio de tiempo, el P. Epifanio toma contacto con la población natural de aquellas islas, así como con los africanos que habían sido transportados para los trabajos pesados. Se siente especialmente golpeado por el trato que se da a los negros, así como por la venta de los mismos, animándose a la tarea de acompañarlos y evangeizarlos, con la intención de servir de contraste ante tantos abusos, y actuaciones contra derecho7. No nos tienen que extrañar estos movimientos tan frecuentes del misio nero dentro del ámbito de las Antillas, puesto que, como afirma Giovanni Pizzorusso, “se creó un área atlántica, controlada por los capuchinos de Nor mandía y de la Bretaña, entre las costas de Guinea y las americanas de la Guayana, Brasil y la isla de San Cristóbal. Este movimiento misionero estaba estrechamente ligado a la actividad mercantil de los puertos atlánticos, y las misiones capuchinas se desarrollaron bajo la interesada protección de José de París y de Richelieu, que animaron iniciativas destinadas contra los intereses hispano-portugueses”8. 7 “Monebam fratres christianos dominos mancipiorum salvare, se nequaquam posse talimodo erga servos se gerentes, propter quos sermones veritatis quae odium perit odio habuerunt me gratis plurimi moventes adversum me persecutionem; quia testimonium perhibeba quod opera eorum mala sunt; sed omnium sustinui odia mundi et persecuciones propter electos ex nigris, ut et ipsi salutem consequanmr, ideo non desistebam, sed instabam in docendo, erudiendo mancipia moneado, arguendo dominos ut sint inexcusabiles ipsis, et salventur ex servis ipsorum electi praedestinafi”: Epifanio de Moirans, Serti liben seu naturales mancipiorum libentatis iusfa defensio, en Archivio General de Indias ( AG1), Audiencia de Santo Domingo, leg. 527, f. 81v. En adelante citaremos: Senvi liben. 8 G. Pizzorusso, Roma nei Canibai, 189.

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