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142 MIGUEL ANXO PENA GONZÁLEZ de Salamanca un desarrollo de otra manera incomprensible6 4 • En lo que a nosotros nos interesa, puede ser suficiente el constatar que se trataba de un proyecto que, aun dentro de sus límites, estaba pensado y orientado hacia un fin concreto. Así se explicaría el interés por acrecentar el profesorado, las cátedras e incluso las asignaturas que debían ser cursadas. Sin esos ele– mentos de la organización de los estudios teológicos, era imposible que se pudiera producir un cambio y se pudiera dar una formación adecuada. En este sentido, no tendría menor importancia el pensar en que, después de satisfacer los sueldos, se comiencen a edificar aularios propios. Veamos cómo lo expresa exactamente: Y si, satisfechos estos sueldos, sobrare el citado residuo, lo que reste con otros fondos del arca de la Universidad (se empleará) en primer lugar en la fabricación de aulas para los cuatro auditorios de juristas y los tres de teólogos, médicos y filósofos y en su alquiler entre tanto y, sucesivamente, ya realizadas estas construcciones, en la compra de pecias o libros de los doctores de todas las facultades ... 65 • Lo que más nos interesa es hacer notar, como ya hemos indicado, una programación o jerarquización en la manera de proceder respecto a la Teo– logía, que se está contando ya con tres cátedras, la de Prima y Vísperas, en las que se explicaría al Maestro de las Sentencias, y la de Biblia, que se explicaría a la hora de tercia. No se trataba, por tanto, de algo circunstan– cial sino que respondía a un esquema que, al menos en sus líneas funda– mentales, había sido estudiado y que ahora se ponía en práctica de manera progresiva. Con todo, para este momento era la Facultad que suscitaba mayor interés político, al tiempo que a los juristas se les da el doble de aulas, lo que muestra que era uno de los medios de ascenso social más efi– caz. En esta progresiva implantación de la Teología entendemos también la presencia de los maestros teólogos «frey Alvaro e frey Pero Lopes [de Seber], maestros en Teología», que los encontramos asistiendo al claustro universitario en el que se decide la adquisición de solares e inmuebles para la edificación de las aulas preceptuadas por las e onstituciones del papa Luna 66 • 64 Este diseño creemos que ha quedado oculto en el proyecto de Universidad, que tendría como momento emblemático de configuración a los Reyes Católicos, respondiendo ya más a un proyecto real que pontificio. De esta manera, el proyecto papal estaría sostenido sobre un sistema centrífugo, confi– gurado a partir del Estudio y los Conventos y Colegios, como una red de intereses comunes y, a un mismo tiempo, de gran libertad. Por el contrario, el proyecto real estaría sostenido por una idea cen– tralista, en la que los estudios tendrían que pasar por el propio Estudio, dejando en un segundo nivel a los Colegios y Conventos. Esta realidad centrífuga del siglo XV tendría otro momento significativo en el siglo XVII y comienzos del XVIII, así como el centrípeto lo sería en los siglos XVI y XVIII. Estas ideas provienen del diálogo, en diversas ocasiones, con el catedrático Rodríguez-San Pedro. Así lo reflejaba también él a la hora de diseñar los XVII Coloquios Alfonso IX: Salamanca y s11 Universidad en el primer Renacimiento: siglo xv. 65 !bid., p. 18. Se trataría del n.º 3 de las Constituciones de 1411. 66 Cf Cartulario, t. I, p. 664, n.º' 85 (Salamanca, 1 de septiembre de 1414).

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