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206 MIGUELANXO PENA GONZÁLEZ La estabilidad que surge de aquí no afecta sólo a los individuos sino que atañe a todo el conjunto de la sociedad, que podrá vivir la experiencia del equili brio. La moral, en este sentido, por mucho que algunos luchen por negarla se propone como una ética de la vida, superando los peligros constantes que la sociedad vive de atonía y decaimiento, de lucha étnica y de confrontación cultu ral, de jugar con la vida humana como si se tratara de algo que puede ser valo rado de diversa manera, en razón de la edad o condición social, de si ya ha nacido o no21. Una opción y una alternativa, como se ha puesto de manifiesto en los últi mos años, se encuentra en la ayuda al desarrollo, entendida como una oportuni dad en los lugares de origen, con las medidas adecuadas y buscando el bien, a largo plazo de aquellos a quienes pretendemos ayudar, y no la generación de una ayuda indirecta hacia nuestros propios intereses. Todo un reto de responsa bilidad social, que ha de vincular a diversas fuerzas en un bien común. Cuánto más fácil para todos sería esta alternativa, que aleja del desarraigo y obliga a vivir tantos sufrimientos. De esta manera, la separación marcada por Sartori entre el plano indivi dual y el socio-político no tiene cabida, ha de darse un cierto compás entre ambos, puesto que el uno sin el otro quedará totalmente cojo, y los ciudadanos no podemos dejar el timón de nuestra sociedad y nuestro futuro únicamente en las manos de los políticos. Igual habría que volver a rescatar el pensamiento hispano más auténtico, donde la soberanía reside en el pueblo pero no desde la propuesta de los ilustrados franceses, sino de nuestros clásicos del siglo xvi y xvii que supieron dar respuestas coherentemente plenas, en momentos tan difí ciles como el que suponía el descubrimiento y conquista de las Indias Occiden tales. No olvidemos que en ellos tiene su base y fundamentación, especial mente en Francisco de Vitoria y Francisco Suárez, el derecho internacional. 6. INTERROGANTEs ABIERTOS Concluimos proponiendo una serie de interrogantes abiertos que estuvie ron presentes sobre nuestra mesa de reflexión y que han de seguir provocando el diálogo y la búsqueda de alternativas, también desde el contexto propio y par ticular en el que nos movemos: el de la Universidad y, máxime, en un tema que europeos. Cf. T. CALVO BuezAs, o. c., pp. 105-115. También podría ocurrir que los resultados des prendidos de esta encuesta fueran tales, en razón del conocimiento que la sociedad española tiene de los grupos concretos, donde claramente moros y gitanos son más conocidos y están más pre sentes en el subconsciente colectivo de nuestra sociedad. No cabe duda que es todo un reto social. 21 No podemos olvidarnos del alto indice de abortos que está soportando nuestra sociedad, lo que nos está hablando, cada vez más, de una ausencia de ética y moral, así como de la carencia de una sensibilidad y opción religiosa enraizada y profunda.