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Los Capuchinos y la esclavitud negra en los siglos XVII y XVIII 89 Un año más tarde, nos encontramos con el caso más llamativo de todos, es el de Francisco José de Jaca, de la Provincia de Aragón y que trabajó como misionero en los Llanos de Caracas. Su actitud polémica le lleva a enfrenta mientos con sus hermanos de religión y con todo el poder civil y eclesiástico de la época. Este enfrentamiento le obliga a abandonar la misión y regresar a España. Tenemos noticia de su predicación por él mismo y por aquello que ha llegado hasta nosotros, recogido en los autos del proceso a que se vio someti do. Sus palabras son rotundas: Que los negros que se traen a vender y se tienen por esclavos, son libres y que es tán obligados los poseedores a darles luego y a sus hijos libertad y restituirles lo servido, negando la absolución sacramental en las confesiones a los que no pro metían darles luego la libertad, de que resultaba gravísimo escándalo, por la bue na fe y justo título de los posidentes72. La defensa de los indios es la primera actividad polémica del joven capu chino de la que tenemos noticia73. Su argumentación, aunque breve en esta ocasión, no ofrece fisura alguna. Parte del argumento que podía dar más soli dez a lo expuesto, la referencia a la libertad justa de los indios por ser vasallos del rey Católico, razón por la que solicita del monarca atención a la esclavitud práctica de los indios. Después de los saludos acostumbrados, en los que el misionero se presen ta y expresa sus intenciones, que no son otras que: Manifestarle humildenzen te en mi pena mi senti, motivado sólo de la caridad que aprieta nzi corazón, y le hace compasiva fuerza, para sujetarle a la desnuda carida&4. Lo que es lo mismo que su sorpresa y ofensa ante el trato a que son sometidos los indios. En el parágrafo siguiente muestra que está bien documentado, pues tiene no ticia de las diversas cédulas que se han expedido acerca de este particular an tes de su carta, así como la fecha y contenido de las mismas. De ellas se coli ge que su preocupación no era algo nuevo, sino que venía siendo ya reclama do por las autoridades civiles y eclesiásticas de aquella provincia. La intención de fondo estaba en precisar las condiciones y características de las encomien das, para que los encomenderos no siguieran abusando de los indios. 72 AGI, Audiencia de Santo Domingo, Ieg. 527, ff. 5r-6v. Acerca de este tema, cfr. M. A. PENA GoNzÁLEz, Un documento singular de fray Francisco José de Jaca, acerca de la esclavitud práctica de los indios, en Revista de Indias 61(2001) 701-703. AGI, Audiencia de Santo Domingo, leg. 222, f.n.n.

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