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Los Capuchinos y la esclavitud negra en los siglos XVII y XVIII 85 ra. Refiere haber preguntado a los teólogos de aquellas tierras de qué modo se conseguían dichos siervos y él mismo responde que nunca obtuvo una razón convincente que la justificase. Al mismo tiempo, lamentaba los abusos y crueldades cometidos por los negreros. Éstos, con el fin de obtener el mayor lucro posible, los cedían a los señores de aquellas tierras por cierta cantidad semanal convenida anteriormente. Estos últimos los obligaban a trabajar du rante toda la semana sin descanso, de tal manera que pudieran recuperar el di nero invertido, obteniendo el mayor beneficio posible de la tierra. Ante este proceder, los pobres infelices debían trabajar los domingos y festivos para ha cer frente a sus necesidades, lo que él consideraba un gran daño para su vida espiritual. El misionero concluye considerando esta manera de actuar como una conducta miserable60. El Prefecto de Bahíafray Possídonio da Mirandola, de la Provincia de Bo logna, el 2 de septiembre de 172$ recurre a Don Juan V rey de Portugal. De nuncia a los colonos portugueses que se habían establecido a lo largo del río San Francisco, por su contumaz intención de esclavizar a los indios, que se en contraban reunidos en aldeas o pueblos de cristianos, abusando de los varones y mucho más de sus mujeres. Hacía notar al rey que en aquellas tierras inte riores, distantes muchas millas de Bahía, las leyes reales no eran observadas y cada blanco vivía a su capricho. La ley real por la que los indios no podían ser reducidos a servidumbre, no tenía valor y los naturales eran obligados a traba jar en las plantaciones de los portugueses, forzando a las indias a servirles de manera infame en todo aquello que deseaban61. La respuesta de los colonos fue escribir cartas difamatorias contra los misioneros que obstaculizaban sus prácticas pecaminosas. Por desgracia para los indios, el rey de Portugal dio mayor credibilidad a los memoriales que le habían remitido los gobernadores que al del prefecto de la misión62. En 1738,fray Giovanni Francesco da Gubbio y Girolamo da Montereale, misioneros en Río de Janeiro recurren a Propaganda Fide, para hacerle saber 60 APF, SC. America Meridionale, vol. 1, f. 84v. 61 Cf. Anais do 1 Coizgresso de História de Bahia, III, Bahia 1950, 284. 62 Cf. Ibidem, 287-288. Acerca de Portugal y la trata, F. LAT0uR DE ValGA PINTo—A. CARREIRA, La participación de Portugal eiz la trata negrera: fuerzas en presencia, movimientos de opinión en el se no de la sociedad portuguesa, impacto de la trata sobre el desarrollo socioeconómico de Portugal, en UNesco, La trata negrera del siglo XV al XIX. Documentos de trabajo e informe de la reunión de ex pertos organizada por la Unesco eiz Ptierto Príncipe, Haiti del 31 de enero al 4 de febrero de 1972, Barcelona 1981, 150-184.

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