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Los Capuchinos y la esclavitud negra en los siglos XVII y XVIII 77 Treinta años más tarde, en 1739, esfrny Filippo da Todi, de la Provincia de la Umbría, quien en una carta escrita desde Santo Tomé al Procurador Ge neral de los Capuchinos el 28 de agosto, pide que haga saber a Propaganda Fi- de el cruento comercio de esclavos. Su descripción es realmente terrible. Afir ma ser los esclavos la moneda de cambio con la que es posible comprar todo aquello que se desea. Hacía toda una serie de preguntas, que atacaban directa mente a cada una de las excusas que los tratantes utilizaban para justificarse ante los Capuchinos. Parece conveniente detenerse a describir sucintamente el contenido de las mismas: 1. se pregunta si esta práctica es conforme a la ley de Cristo; 2. si era lícito comprar a un pagano, con la excusa de hacerlo cris tiano, y después tenerlo por esclavo toda la vida; 3. si no debía ser liberado aquel esclavo que con su trabajo había ya pagado el dinero que el amo había invertido para su compra; 4. en el caso de que fuera lícito comprar esclavos, se pregunta que ocurriría en el caso de que un amo comprara un lote de 50, de los que 30 mueren rápidamente, silos otros deberían trabajar para el amo has ta amortizar la cantidad invertida por el lote completo de los 50; 5. si un cris tiano podía comprar esclavos paganos y revenderlos a su vez a paganos; 6. si era lícito que los hijos de esclavos permaneciesen en servidumbre; 7. supo niendo que se pudiesen comprar esclavos, si era justo hipotecarlos, cambiar los con otros dueños o hacerlos objeto de cualquier contrato; 8. si se podían robar negros, comprarlos con engaño, con la disculpa de hacerlos cristianos y, mientras tanto, mantenerlos en esclavitud36. Propaganda respondería al Procurador General dos años más tarde recor dando el breve de Urbano VIII, del 22 de abril de 1639, haciéndole saber además, que no se había recibido ninguna respuesta del Santo Oficio, quizás porque ya había quedado este asunto respondido varios años antes, en referen cia a los misioneros Capuchinos en Brasil38. Las demandas se siguen sucediendo hasta finales de siglo. En 1794 es fray Bernardo Maria da Canicatt, prefecto de las misiones del Congo y Angola, quien escribe al nuncio de Portugal detallando los abominables tormentos a que son sometidos los naturales de aquellas tierras. Propaganda, respondien do al nuncio, consideraba que aquel asunto era necesario estudiarlo con deten- 36 Cf. APF, SOCG, vol. 709, f. 68r. 37 Cf. ASV, Sec. Brev. Reg., 871, ff. 423r-425r, n. 102. 38 Cf. APF, Acta, vol. 108, ff. 417r-421r. Más adelante se analizará esta cuestión.

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