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606 FRANCISCO JOSÉ DE JACA Y LA ESCLAVITUD NEGRA nos por el Patronato Regio después de ser salvadas las dificultades para que éstos pudiesen pasar a América en calidad de misioneros enviados por el rey24. De su misma documentación se deduce que debería pasar a la misión del Da rién, pero encontrándose la isla bajo una fuerte revuelta de los naturales, así como por haber caído en manos de los franceses, no se permitía la entrada a ningún súbdito de la corona española25. Ante estas circunstancias imprevistas Francisco José se embarca con sus hermanos de hábito en un trabajo sin des canso en aquel basto y hermoso territorio que comprendía la misión de los Llanos de Caracas. No sabemos cuál fue el papel ocupado en la misma, salvo las dos cartas dirigidas al rey a principios de diciembre de 167826. Lo que pa rece seguro es que permanece en ella hasta mediados de 1681. Su salida de la misión debe estar íntimamente unida al tema de la esclavi tud. Aunque no aparece ninguna referencia explícita, es muy extraño que el misionero tenga que abandonar la misión con el ingente trabajo que tienen entre manos los pocos misioneros que la componen. Por otro lado, sabemos que desde Cartagena de Indias, Francisco José escribe nuevamente una carta al rey en la que afirma haber predicado en contra de la esclavitud27. Esa predi les. Sus intentos de implantar una misión fracasaron, por lo que fue preciso esperar hasta 1657 para que una cédula les permitiese trabajar en la conversión de los naturales en la provincia de Cumaná y sus Llanos. Habría de pasar un año más para la aprobación de la misión de los Llanos de Caracas. Para cuando Francisco José de Jaca llega, ésta tenía ca pacidad suficiente para acoger a tantos religiosos como deseasen embarcarse en aquella aventura, debido al basto territorio que comprendía. Cf. Buenaventura de Carrocera, A’Íi sión de los capuchinos en los Llanos de Caracas, vol. 1-111, Caracas 1972. 24 Sobre las dificultades de trabajar de los capuchinos en las Indias occidentales, cf. Melchor de Pobladura, Génesis del movimiento misional en tas provincias capuchinas de Espaia (1618-165O), en Estudios Franciscanos 50 (1949) 209-230; Buenaventura de Carrocera, El Consejo de Indiasj las misiones de tos capuchinos espaio/es, en Isidoro de Villapadierna (ed.), Mis cellanea Melchor de Pobtadura, vol. II, Roma 1964, 279-311; P. Borges, El envío de misioneros a América durante la época espailola, Salamanca 1977, 91-95; Id., Relzgiosos en Hispanoamérica, Madrid 1992. ‘ En referencia a la misión capuchina de Darién, cf. A. Santos Hernández, Las mi siones católicas, en A. Flichte - V. Martin (dirs.), Historia de la Iglesia. De los orígenes a nuestros días. XIX, Valencia 1978, 246-257. 26 Cf. Fr. Francisco José de Jaca al rey Carlos 11(1-12-1678), en AGI, Audiencia de Santo Domingo, leg. 222, f.n.n.; fr. Francisco José de Jaca al rey Carlos 11(2-12-1678), en AGI, Audiencia de Santo Domingo, leg. 222, f.n.n. 27 “Pues no dando forma, para la libertad de los unos, por cuya vidente esclavitud (que como injusta tengo reprobada en mis sermones) tantas pérdidas de cuerpos y almas,

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