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664 FRANCISCO JOSÉ DE JACA Y LA ESCLAVITUD NEGRA tareas indisolubles, donde una se sustenta y da sentido a la otra. Hay un dato curioso, aunque parece tener un carácter más bien anecdótico; en la corres pondencia referente a los años 1 688-1 689, Jaca suele firmar como “misionero capuchino”262. Un detalle de mayor importancia nos lo encontramos en sus escritos. Jaca escribe un ensayo sobre la tarea de los misioneros, dicha obra lleva por título: Atiqua scitu digna a rnissionariis263. Dicho trabajo nos está ha blando de una gran sensibilidad y preocupación personal por este tema, al mismo tiempo que busca cauces para que dicho trabajo se desempeñe con el rigor requerido para el mismo. Su labor concreta y material como misionero allende los mares es muy corta en el tiempo, pero sumamente intensa por las consecuencias derivadas de la tarea emprendida. Como cualquier misionero enviado por el Patronato Regio su quehacer estaba centrado en la pacificación de los pueblos autócto nos y la cristianización de los mismos. Al mismo tiempo, tenemos pruebas de su interés por atender también a la población de las villas de españoles, desde el primer contacto con aquellas provincias264. Como hombre abierto a la reali dad, se deja impactar por todo lo que ve y descubre en Cartagena de Indias y Caracas. Su sensibilidad y sentido del deber le obligan a tomar partido ante tal situación y, con este motivo, empieza a cumplir con su tarea de misionero y anunciador del Evangelio. Mientras otros grandes misioneros cumplieron un fabuloso papel como evangelizadores, historiadores, investigadores, científicos... Francisco José de Jaca en una clara linea profética ya asumida por otros misioneros como fue el caso de los dominicos Antonio de Montesinos y Bartolomé de las Casas, consigue que la esclavitud comience a ser cuestionada y no mantenida sin más, con el único criterio del beneficio lucrativo de un reducido grupo de familias. Efectivamente, la ingente tarea evangelizadora requería también no Francisco José de Jaca a Propaganda Fide (18-2-7688,), en APF, Sc. America Meridionate, vol. 1, f. 316r-v. Conviene señalar que debió ser algo de lo que tomó conciencia de manera progre siva, puesto que en las primeras cartas que conservamos sólo firma como capuchino. 262 Cf. Fr. Francisco José de Jaca a Propaganda Fide (18-2-1688), en APF, SC. Ame- rica Meridionale, vol. 1, f. 316r-v; D. Antonio Pedro Álvarez Osorio al cardenal Marcelo Durazzo (23-2-1688), en ASV, Arch. Nunz. Madrid, vol. 35, f. 525r-v; Fr. Francisco José de Jaca al cardenal Marcelo Durazzo (18-10-1689), en ASV, Arch. Nunz. Madrid, vol. 23, f. 302r-v. 263 Aliqua scitu digna a missionariis, en AGI, Audiencia de Santo Domingo, leg. 527, f. 311r-326v. 264 Cf. fr. Francisco José de Jaca al rey artos II (7-12-1678,), en AGI, Audiencia de Santo Domingo, leg. 222, f.n.n.; Fr. Francisco José de Jaca al rey Carlos II (2-72-1678), en AGI, Audien cia de Santo Domingo, leg. 222, f.n.n.
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