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636 FRANCISCO JOSÉ DE JACA Y LA ESCLAVITUD NEGRA rando a que llegase el momento más propicio en el que su viaje no llamase tanto la atención y pudiesen exponer sus penurias ante el pontífice. Con los datos que han llegado hasta nosOtfos se puede deducir que todo el proceso estaba marcado por una serie de prudencias y miedos por parte de la corona de España. Las fuertes crisis económicas que durante el reinado de Carlos II llegan a unos extremos vertiginosos, unidas a las constantes tensio nes con Francia, obligaban a caminar con suma delicadeza para que el asunto no se convirtiese en un auténtico problema de Estado. La corriente innovado ra abanderada por Francisco José de Jaca y Epifanio de Moirans cuestionaba radicalmente toda la férrea estructura en Indias y las consecuencias ante la maltrecha economía española eran bastante evidentes. E. Scháfer, a este res pecto, recuerda que “la situación del Consejo de Indias en el reinado de don Carlos II estuvo peor que en tiempos anteriores”50. Por otro lado, las postu ras tan poco transparentes y evangélicas mantenidas por los eclesiásticos en La Habana referían directamente a la excomunión de todos aquellos que ha bían abusado de sus derechos contra los misioneros. En este juego de intereses, el Consejo de Indias se mueve con una gran sutileza y suspicacia, utilizando al provincial de los capuchinos de Andalucía para que defienda los intereses de la Corona y consiga que los religiosos ha gan el menor alboroto posible y no llamen la atención. Al mismo tiempo, re curren al nuncio Miffini para que sea él quien dictamine y ejecute, pero siem pre rodeado de una fuerte presión. Sayo Millini, hombre hábil y de grandes recursos, sabe manejar los acontecimientos y salir airoso de los mismos, sal vando además en todo momento, los intereses defendidos en Roma. En la co rrespondencia se puede ver detalladamente cómo las negociaciones son lentas y prudentes. El intercambio de cartas y recibos es casi diario. El detalle, lejos de ser insignificante, tiene gran importancia ya que, aunque la Corona no hace un proceso judicial a los dos capuchinos, puesto que éste se había efectuado en La Habana sí le dedican mucho tiempo y esfuerzo. La misma atracción provocada por Francisco José y Epifanio en sus in terlocutores genera, en gran número de ellos, un apoyo incondicional a sus personas e ideas, lo cual les abre infinidad de puertas que les permiten entrar Sacra Congregazíone”: El Consjo de Estado al re)’ Carlos II (13-7 7-1622), en AGS, Consejo de Estado, leg. 3067, f.n.n. Puede verse también la minuta en el mismo legajo. 150 E. Schfer, El Consejo Real y Supremo de las Indias. Su historia, organización y labor administrativa hasta la terminación de la Casa de Austria, vol. 1: flistoria y organiza ción del Consejo y de la Casa de Contratación de las Indias, Sevilla 1935, 275.

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