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FRANCISCO JOSÉ DE JACA Y LA ESCLAVITUD NEGRA 609 Y que habiendo llegado a esta ciudad hallaron en ella al padre fr. Francisco Ioseph de Jaca de Aragón, uno de los dos capuchinos religiosos que se contie nen en la dicha querella, que había venido del puerto y ciudad de Cartagena [de Indias], en un navío del permiso de la conducción de negros, y que habiéndole visto y conocido el dicho padre fr. Lorenzo de Tagüenca, le oyó decir diferentes veces este testigo, que el dicho padre fr. Francisco Ioseph, tenía obediencia de su comisario general, para que el prefecto de dicha provincia de Cumaná, le en viase a España33. Los datos aportados por el testigo parecen ser ciertos ya que describe con exactitud cuáles habían sido sus pasos anteriores. El mismo hecho ratifica la hipótesis de que Jaca ya hubiese predicado con anterioridad y esto hubiese creado cierto malestar. Queda abierta la pregunta de porqué Jaca no menciona nunca su paso por Cumaná, podría haberse tratado de una experiencia muy negativa, o quizás más exactamente, que dicha estancia no aportó nada nuevo a todo lo que había ya recopilado acerca de la esclavitud. No parece tratarse simplemente de una parada técnica puesto que se hace referencia a una obe diencia por la que el prefecto de Cumaná lo envía a España. Él dice simple mente haber llegado a La Habana procedente de Cartagena de Indias34. La llegada a La Habana Cuando en julio de 1681, Francisco José de Jaca llega al puerto de La Habana para retornar a España, parece como si su paso por aquella isla fuera a quedar en un detalle sin importancia para los anales de la joven ciudad, por el contrario, lo que debía ser una breve e insignificante estancia se convirtió en un acontecimiento singular y sin parangón con los que se habían vivido hasta aquel momento en aquellas lejanas tierras35. Ibid., f. 31v. 34 “De la ciudad de La Habana de las Indias a donde llegué desde Cartagena”: Fr. Francisco José de Jaca al Consejo de Indias (8-8-168l)..., f. 79r. 35 Por dificultades evidentes, ha sido imposible acceder a las crónicas de la ciudad de La Ilabana donde, con bastante lógica, aparecerá reseñada la presencia de Francisco José de Jaca en la plaza. Si su predicación provocó el revuelo que se sostiene en el Testimonio de Autos, el asunto tuvo que quedar reseñado en los anales de la joven villa de españoles. Habrá que esperar a un nuevo contexto socio-politico para confirmar esta teoría. Al mis mo tiempo, no podemos olvidar las afirmaciones sostenidas por el provisor cuando refie re que esta doctrina les había hecho temer alguna sublevación. Cf. D. Francisco de Soto Lon go al rej CzrIos II (3-7-1682,), en AGI, Audiencia de Santo Domingo, leg. 527, f. 5r-6v; D. Fran cisco de Soto Longo a/papa Inocencio XI (3-7-1682), en APF, SOCG, vol. 487, f. 142r-143v; D.
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