BCCAP000000000000092ELEC

396 Miguel Anxo Pena González QXHYD YLGDª 76 . No se trataría de crear una vida comunitaria sacerdotal, pero sí de hacer una pequeña escuela de vida sacerdotal, donde pudieran arroparse unos a los otros, al tiempo que compartían su fervor misionero, desde la discreción y la mesura en sus formas de actuar. Aunque Ávila fundamentalmente será un predicador itinerante tenderá a contrarrestar su silencio de opción y de apostolado FRQ IXHUWHV PRPHQWRV GH LQWLPLGDG VDFHUGRWDO $Vt VH HQWLHQGH DTXHOOR TXH D¿UPD fray Luis de Granada en su Vida ©DOJXQRV GH ORV GLVFtSXORV PiV IDPLOLDUHV FRPtDQ HQ VX PHVD HQ XQ SHTXHxR UHIHFWRULR TXH WHQtDª 77 (Q HVWH VHQWLGR UH¿ULpQGRVH D su predicación al clero, en el Sínodo de Córdoba, señala también la atracción y HIHFWR FRQFUHWR TXH SURYRFy ©XYR HQWUH HOORV PXFKDV PXGDQ]DV SRUTXH XQRV VH determinaron de mudar de vida, y otros de seguir a él, y entregarse a él por sus GLVFtSXORVª 78 . 1R FDEH GXGD TXH DXQ VLQ WHQHU GDWRV ¿GHGLJQRV GH VL VX JUDGR GH PDHVWUR en Teología lo obtiene en Sevilla o Granada, sí parece cierto que la relación con los dominicos sevillanos debió ser un entorno que le aportó la consolidación de OD IRUPDFLyQ TXH KDEtD UHFLELGR HQ $OFDOi \ TXH DGHPiV VH SRQtD GH PDQL¿HVWR en la relación con el Maestro Párraga, regente de estudios del Colegio de Santo 7RPiV \ FRQ IUD\ 'RPLQJR GH 9DOWDQiV UHIHUHQWH VLJQL¿FDWLYR GH OD HVSLULWXDOLGDG hispalense de aquellos momentos y que respondía a la línea dominicana. Valtanás VH PRVWUDED PDQL¿HVWDPHQWH DOHMDGR GH ODV IyUPXODV UHWyULFDV GH ORV SUHGLFDGRUHV de aquella época, como luego sucederá también con el santo manchego. Al mismo tiempo, el dominico mantenía también un amplio mundo de relaciones, donde entraban todos los niveles sociales. El apostolado, al igual que sucederá con san Juan de Ávila, quedaba formulado a partir de un apostolado del ejemplo, de la palabra y de la pluma. Por medio del apostolado se pretendía desarraigar en las masas populares los YLFLRV \ SUHSDUDUORV SDUD HO ÀRUHFLPLHQWR GH YLUWXGHV /D UHDOLGDG HUD TXH OD ignorancia y la superstición, la relajación moral y la indiferencia religiosa eran 76 L. DE G RANADA , Vida o.c., 660 [cap. 5, §. 1]. L UIS M UÑOZ , su segundo biógrafo nos da algún detalle más: «El muy reverendo padre fray Luis de Granada, como dejamos escrito, no refirió en particular los nombres de los discípulos del padre Maestro Ávila, por ser los más de ellos vivos, y otras razones que pudieron obligarle al silencio. Sólo, hablando de su predicación en Sevilla, dice: “Aquí se llegó a él el padre Contreras, y algunos clérigos virtuosos, que trataron familiarmente con él, y se aprovecharon de su doctrina”. Y en la predicación de Granada, añade: “Pudiera referir las personas insignes, que fueron tocadas de Nuestro Señor, que después fueron doctores en Teología, y muy útiles a la Iglesia con su ejemplo, y doctrina”. Nombró al padre Contreras, o por ser ya difunto, o por el honor grande que daba al padre Maestro Ávila, con decir que se le llegó el padre Contreras y se aprovechó de su doctrina, ora sea como compañero, como yo creo, ora como discípulo. Fue alabanza incomparable del padre Maestro Ávila, que el padre Contreras, ya de mayor edad y consumada virtud, se le allegase. Debemos a este varón santo el haber gozado España al padre Maestro Ávila. Fue la mano de que se valió Nuestro Señor para detenernos a este varón apostólico. Debémosle grande agradecimiento y honorífica memoria, dándole el último lugar entre los discípulos, aunque haya sido el primero». L. M UÑOZ , «Vida del Vene- rable P. Juan de Ávila», en: S. Juan de Ávila. Obras Completas I (Andrés Ortega, Madrid 1759) 377 [cap. 15]. 77 L. M UÑOZ , Vida del Venerable P. Juan de Ávila o.c., 69 [cap. 10]. 78 L. DE G RANADA , Vida o.c., 659 [cap. 5].

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz