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392 Miguel Anxo Pena González 6HYLOOD \ *UDQDGD OD SUHGLFDFLyQ FRPR FHQWUR No cabe duda que la experiencia universitaria de Alcalá, con una ordenada formación integral hubo de suponer también en él una conciencia más plena de la atención de la vida interior, que ya era propia y característica de los conversos. De HVWD PDQHUD SUHWHQGH DOHMDUVH GHO PXQGR R¿FLDO HQ XQD DFFLyQ DSRVWyOLFD GRQGH la entrega amorosa ocupa un papel preponderante y multiplicador. Precisamente por ello, en ardores misioneros intenta embarcar hacia el Nuevo Mundo pero, DO VHU FRQVFLHQWH GH ODV GL¿FXOWDGHV ±PDV DOOi GH ORV SUREOHPDV GH OLPSLH]D GH sangre 67 –, cambia la ubicación física pero manteniendo la sensibilidad, fogosidad y el ideal de los principios. Éstos lo ordenan hacia la vuelta a la Iglesia primitiva, a la búsqueda de un cristianismo no afectado, en los márgenes, tanto de Europa como de Castilla. Está también oportuno recordar que, como clérigo, se alejará también de los modelos-tipo: no será un académico, algo que hubiera sido fácil teniendo en cuenta sus dotes intelectuales, tal y como opinaba Domingo de Soto, pero que hubiera marcado un espacio demasiado constrictivo y cerrado; tampoco asumirá el papel tipo de canónico o prebendado, aceptando sólo un VHQFLOOR EHQH¿FLR GHO FXDO SRGHU YLYLU GLJQDPHQWH \ QL VLTXLHUD VHUi XQ SiUURFR implicado en una acción apostólica determinada por el ciclo de la vida y los sacramentos. Optará por ser un predicador andariego, entregado totalmente a la evangelización del pueblo, sin hacer acepción de personas, manteniendo su corazón abierto para todos. Este detalle, por ser de sobra conocido, noquiere decir que no tenga importancia, sino que está estrechamente vinculado a su proceso vocacional y a la formación y espiritualidad asimilada. Por otra parte, no cabe duda que la proyección de un estilo de vida alternativo estará vinculado a la experiencia y confrontación que había tenido también la suerte de experimentar en esos años previos. Ávila era \D XQ KRPEUH PDGXUR FRQ ODV LGHDV FODUDV FRQ XQD YRFDFLyQ D¿DQ]DGD DO TXH IDOWDED GDU IRUPD PiV SURSLD \ HVSHFt¿FD D VX SUR\HFWR QHFHVLWDED SDVDUOR SRU HO ñola de Teología 5 (1945) 407-410, 501-506; M. B ATAILLON , Erasmo y España (Fondo de Cultura Económica, México 1950); E. A SENSIO , «El erasmismo y las corrientes espirituales afines»: Revista de Filosofía Española 36 (1952) 31-99; R. G. V ILLOSLADA , «El paulinismo de San Juan de Ávila»: Gregorianum 51 (1970) 615-647; F. M ARTÍN H ERNÁNDEZ , Cristianismo \ erasmismo español: Juan de Valdés, S. Juan de Ávila y el «Quijote» de Cer- vantes (Universidad Pontificia de Salamanca, Salamanca 1977); M. A NDRÉS , «Erasmo (1466-1536) y Juan de Ávila en torno a su humanismo y espiritualidad», en: VV., El Maestro Ávila. Actas del Congreso Internacional. Madrid, 27-30 de noviembre de 2000 (EDICE, Madrid, 2002) 171-194; F. M ARTÍN H ERNÁNDEZ , «¿Fue erasmista san Juan de Ávila?»: Anuario de Historia de la Iglesia 21 (2012) 63-76. 67 Respecto a esto, como pone de relieve Márquez Villanueva, no se puede olvidar, «que las restricciones con- tra la sangre maculada fueron burladas de hecho en proporciones casi masivas. En principio virtualmente todo el mundo “era” cristiano viejo en el sentido de hacerse pasar por tal, e incontables individuos pudieron salirse a la larga con la suya. El concepto de converso ha, pues, de ser manejado en cada caso concreto como una cantidad relativa y nunca como una etiqueta que, por sí misma, vaya a resolvernos nada. Que, por ejemplo, la alta nobleza e incluso la dinastía misma tenían sus dosis de sangre judía era en la época un secreto a voces». F. M ÁRQUEZ V ILLANUEVA , «Hablando de conversos con Antonio Domínguez Ortiz», en: A. D OMÍNGUEZ O RTIZ , La clase social de los conversos en Castilla en la Edad Moderna , (Universidad de Granada-CSIC, Granada 1991 2 ) XIII .

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