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384 Miguel Anxo Pena González entre ambos no fuera sólo fruto de una inquietud intelectual maestro-discípulo sino que, en la misma, estuviera presente esa sensibilidad social que acompañará también durante toda su vida al santo manchego. En este sentido, unas clases de ¿ORVRItD WDPELpQ SRGtDQ VHU XQ PRPHQWR DGHFXDGR \ RSRUWXQR SDUD DOLPHQWDU OD sensibilidad personal de los estudiantes. Domingo de Soto provenía de una familia campesina, realidad y sensibilidad que no abandonará durante el resto de su vida 37 . En Alcalá había sido discípulo de otro personaje con una atenta mirada a los pobres: el futuro santo Tomás de Villanueva. Ávila asistirá a las lecciones del segoviano. Se trataba de dos fuertes personalidades en búsqueda, por un lado el santo Doctor que regresaba a los estudios con unas exigencias y preocupaciones y, por el otro, un maestro en Artes, que terminará por hacerse dominico algunos años más tarde, pero que, en este momento todavía no lo es 38 (VWH GHWDOOH DXQTXH SDUH]FD LQVLJQL¿FDQWH HVWi hablando de hombres íntegros y buscadores cabales, de un ambiente propicio para la vocación personal y para poder servir adecuadamente al ministerio apostólico. Soto era ya un hombre formado, que había superado los treinta años, por lo que VX LQÀXHQFLD HQ HO HQWRUQR DFDGpPLFR QR SDVDUtD IiFLOPHQWH GHVDSHUFLELGD \ resultaría sumamente atrayente, especialmente para un alumno algo mayor que la media y, por lo mismo, más capaz de captar otro tipo de sutilezas. Sabemos también que otro de sus maestros era Juan de Medina, que leía en la cátedra de nominales. Este maestro explicaba a partir de Gabriel Biel, autor especialmente valorado por Juan de Ávila a lo largo de toda su vida y que tenía un carácter ecléctico, manteniéndose al margen de las disputas de escuelas 39 . Su Collectorium VHUi HO OLEURGH WH[WRR¿FLDO GH OD FiWHGUD GH1RPLQDOHV FRPSOXWHQVH 40 . Se trataba, por otra parte, del último gran comentador de Ockham y estaba fuertemente vinculado a la teología mística de Gerson 41 . Este detalle puede poner 37 Acerca de su vida y obra, cf. V. B ELTRÁN DE H EREDIA , Domingo de Soto. Estudio biográfico documentado (Cultura Hispánica, Madrid 1961); M. A. P ENA G ONZÁLEZ , La Escuela de Salamanca. De la Monarquía hispá- nica al Orbe católico (BAC, Madrid 2009) 54-58. 38 Este detalle posiblemente puede tener mayor importancia, puesto que la evolución personal de ambos no se mueve sólo en el campo académico e intelectual, sino que está fuertemente vinculado a la opción vocacional y la entrega de la propia vida en una forma concreta. 39 Como recuerda, F RANCISCO M ARTÍN , a Ávila le quedará siempre un resabio nominalista, que le uniría directa- mente con Juan de Medina y Gabriel Biel. A éste último lo cita puntualmente, cf. S. Juan de Ávila, «Octava del Corpus. Granada, iglesia mayor, 1542», en: L. S ALA B ALUST - F. M ARTÍN H ERNÁNDEZ (eds.), Obras Completas . III: Sermones (BAC, Madrid 2002) 792, §. 19. 40 Cf. G. B IEL , Collectorium super quattuor libros Sententiarum (Tubingae, Johannes Otmar 1501). Acerca de esta cuestión, cf. M. A NDRÉS , «Las facultades de Teología españolas hasta 1575. Cátedras diversas»: Antholo- gica Annua 2 (1954) 152-153. 41 Cf. S. L ÓPEZ S ANTIDRIÁN , «Introducción», en: F. D E O SUNA , Tercer Abecedario espiritual , (BAC, Madrid 1998) 12. Tanto Gerson como Biel proponían una fe profesada con piedad sencilla, sin pedir doctrinas o sis- temas que la confirmasen. Esta visión, a la larga, daba carta de ciudadanía a una teología positiva frente a una teología apoyada en la razón. Es fácil deducir los resultados en movimientos alumbrados y quietistas, o en la misma Reforma.

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