BCCAP000000000000091ELEC

miguel anxo pena gonzález 132 res y Menores 55 . Ante la incapacidad para lograr la paz, ambas partes serán llamadas a presencia del Pontífice. El Papa los conmina el 26 de agosto de 1253, citándolos para un año más tarde. La fecha será el 15 de agosto de 1254. Algo de paz pondrá en el asunto Juan de Parma, ministro general de los Menores, que se presenta en el Studium y pronuncia un discurso, delante de toda la corporación de maestros, reconciliándola con los hijos de san Francisco 56 . Para ello no había teni- do problema en revocar la apelación que sus frailes, conjuntamente con los de santo Domingo, habían hecho a Roma. Su lenguaje firme y conciliador a la vez, traerá unos momentos de paz. El detalle evidenciaba que, el conflicto más virulento se dirigía hacia aquellos que, efectivamente, mantenían dos cátedras en el Studium Parisiensis . En este momento, con gran sagacidad, los seculares extienden el conflicto al ámbito doctrinal, y apli- cándolo a todos los Mendicantes; acusándolos de mantener posturas heterodoxas. Su discurso se concreta el 4 de febrero, momento en el que publican un manifiesto que denunciaba, ante todos los prelados y escolares de la cristiandad, el peligro extremo que contra los derechos del clero y de los Studia Generalia representaban las Órdenes Mendicantes. La querella particular, por lo mismo, se confundirá con la contienda general del clero secular. La situación hará cambiar las posiciones sostenidas por Ino- cencio iv que, el 4 de julio de 1254, confirma los Estatutos del Studium que los frailes se habían negado a jurar 57 . El representante de los seculares, Guillermo de Saint-Amour, se había preocupado de extraer treinta tesis heréticas de una obra titulada Liber introductorius ad Evange- lium aeternum , del minorita Gerardo de Borgo San Donnino, que él atribuía directa- mente a los dominicos. Con ellas lograrán un cambio de situación, el 20 de noviembre de 1254, Inocencio iv promulgaba la bula «Etsi animarum», que limitaba los privilegios de los Mendicantes. Dicho documento era opuesto a la «Nimis inique», que el Papa había escrito nueve años antes a los obispos de todo el Orbe. En esta última enume- raba atentamente todos los infamias de que habían sido víctimas los frailes, por lo que les otorgaba los privilegios. La situación debió resultar fuertemente contradictoria, puesto que acostumbrados a recibir de la Curia innumerables favores, ahora veían cómo les eran coartados algunos de ellos. Con todo, Inocencio iv no había suprimido 55 De manera amplia, cuando surjan conflictos entre Mendicantes y la Universidad, esta última utili- zará un arma importante. Ya que las universidades –París, Oxford y Cambridge– se reservan los derechos de que los candidatos dignos de las Órdenes completaran sus grados en sus Studia . Pero este tema fue siempre una concesión por parte de las autoridades universitarias. Por ello, en las situaciones de conflicto rechazarán a dichos candidatos Mendicantes, mediante argumentos formales. Cf. B. Roest, A History of Franciscan Education …, o.c., 101. 56  Cf. E. Longpré, «Bonaventure (Saint)», en Dictionnaire d’histoire et de géographie ecclésiastiques , t. ix , Paris: Letouzey et Ané, 1936, col. 749. 57  El Papa al limitar los privilegios de los Mendicantes, también estaba mostrando su resentimiento, hacia los dominicos, que se habían negado en Génova a concederle un terreno, en el que Inocencio iv pretendía construir un palacio.

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz