BCCAP000000000000091ELEC

dominicos y franciscanos en las universidades medievales 119 a frailes mendicantes, particularmente franciscanos y dominicos. Él mismo había jus- tificado su especial proximidad a los franciscanos, en razón de la incondicional fide- lidad de éstos a la Sede Apostólica, especialmente en Alemania, durante el conflicto con el Imperio. Precisamente por esas relaciones, a los mendicantes se encomenda- rán tareas, que eran más propias de monjes o canónigos, v.gr . cuando encomienda a Aymón de Faversham, que comisionase la revisión del breviario, que posteriormente será adoptado por la Curia romana y por el que se regirá su liturgia. Los Predicadores se convierten en una avanzadilla al servicio de la Iglesia, desde un ámbito culturalmente elevado, de igual manera que, en su origen, los Menores lo hacen desde la coherencia del testimonio de vida. Esto explica que, aquellos que son promovidos cuentan también con méritos científicos, lo que evidencia dónde se pone ya el acento de cara a la carrera eclesiástica, y que no se trataba de una elección ex- clusivamente arbitraria por parte de los pontífices 19 . En la misma línea de promoción, pero desde el ámbito regular, ya desde los años cuarenta del siglo xiii , era habitual que del pequeño grupo de maestros minoritas salieran los candidatos para los puestos de liderazgo de toda la Orden. Se trataba, de manera general, de gente madura, que antes había cumplido con el programa de lectorado, al tiempo que habían sido muy activos en sus tareas escolásticas 20 . También en este tema se producen movimientos sorprendentes. Así sucede con Alejandro iv , que con la relación especial que tenía con los Menores, no favorece a la Orden en esta línea, ni tampoco a los Mendicantes en general. Durante su pontifica- do nombrará sólo a un cardenal, que anteriormente había sido abad de Montecasino. Por el contrario Bonifacio viii , que se había caracterizado por limitar los privilegios de las Órdenes mendicantes, nombrará a cuatro para formar parte del Sacro Colegio 21 . 2.2. La Orden de Hermanos Menores y su acercamiento al estudio Respecto a los Hermanos Menores es importante comenzar señalando que, en el programa de san Francisco de Asís, no había lugar para el cultivo de la ciencia. La Regla no bulada (1221) determinaba con precisión el trabajo manual y el cuidado de los leprosos, pero nada decía respecto al trabajo científico e intelectual 22 . Se entendía que aquellos que ya se habían formado deberían poner esos dones al servicio de los demás, pero el resto no debía preocuparse por una búsqueda personal de las letras y los títulos académicos, que entraba en directa confrontación con el ideal propuesto. 19 Es oportuno recordar, cómo la elección de los obispos, de manera ordinaria y fuera de la Península Itálica recaía en instituciones de su entorno y, precisamente por ello, las tareas encomendadas a francisanos y dominicos por el papado se refieren a aquellas que dependen directamente de su jurisdicción. Es el caso del nombramiento de los cardenales. 20 Cf. B. Roest, AHistory of Franciscan Education (c. 1211-1517) , Leiden-London: Brill, 2000, 97. 21 Cf. E. Dupré Theseider, «Bonifacio viii », en Enciclopedia dei Papi. ii . Niccolò i , santo-Sisto iv , Roma: Istituto dalla Enciclopedia Italiana, 2000, 472-491. 22 S. Francisci, «Regula non bulata», en Id., Fontes Franciscani , E. Menestò - S. Brufani (eds.), Assisi: Edizioni Porziuncola, 1995, 191-192.

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz