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alternativa a las cátedras de teología en la Universidad… 537 perder la cátedra de Prima, un año antes habían intentado adelan- tar la jubilación de Báñez, con la propuesta de nombrar un sustituto dominico 20 . Era claramente una lucha de fuerzas, donde ninguno quería perder el papel ocupado en aquel momento, ya no sólo como visión hacia el pasado, que tampoco se quería descuidar, sino en la búsqueda de asegurar un futuro que se mostraba por el momento mucho más incierto. Báñez da la disculpa de que “no se podía acudir a leerlas... por el daño que sentíamos en los estudios dentro de nuestra casa, para lo cual es de suponer que a las horas que estas cátedras se leían no podían asitir los religiosos de nuestra casa por haber de acudir a obligaciones precisas de nuestra Religión que necesariamente piden aquellas mismas horas” 21 . Él mismo afirma cómo el Estudio de San Esteban ha sufrido un notable detrimento. Sería interesante, a este respecto, saber cuál era ese motivo, que se presupone el desvío de alumnos hacia las aulas de la Compañía, y el afán de recuperar este espacio por parte de los dominicos. Báñez pedía al Estudio, que no se les hiciese volver a las cátedras, de donde se podría deducir también que las de Órdenes serían una solución pactada, asegu- rando así que las grandes Religiones volverían a enseñar en las aulas de la Universidad 22 . 1.3. L a preocupación del E studio salmantino La situación creada en octubre de 1601, cuando al comenzar el curso académico sólo dos cátedras de las seis de Teología, impar- tían sus lecciones con regularidad, da cuenta de la difícil situación existente en la Universidad, ya para ese momento. Báñez aseguraba estar enfermo y se negaba a nombrar un sustituto; Guevara, había 20 Cf. Clara I. Ramírez González, La Universidad de Salamanca en el siglo xvi ..., pp. 248-251. 21 ausa, Libro de Claustros , lib. 67, f. 139r (4 de noviembre de 1599). Tomado de: Luis E. Rodríguez-San Pedro, La Universidad salmantina del barroco , tom. iii, p. 672. 22 “Lo cierto es que cuando los dominicos presentaron la solicitud de una cátedra exclusiva para su Orden estaban en la situación más precaria, de cara a las oposiciones, de cuantas habían vivido durante todo el siglo xvi. Para conser- var un ámbito de influencia dentro de una Universidad en proceso de cambio, la Orden ideó una estrategia encaminada a asegurarse un lugar estable y con las mejores condiciones posibles”. Clara I. Ramírez González, La Universidad de Salamanca en el siglo xvi... , p. 252.
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