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580 miguel-anxo pena gonzález los que se elaboraron memoriales en ambas direcciones 113 , pero nuevamente el buen hacer en la Corte, por parte de los represen- tantes de los benedictinos, logrará que se ratifique lo ya decidido por medio de una segunda Cédula Real, al tiempo que se mandaba que los comisarios salmantinos abandonasen la Corte 114 . Como es de suponer, también los benedictinos se valdrán de todas las herra- mientas que tienen a su disposición, donde un elemento indiscutible será la ayuda económica que habían prestado al Monarca 115 . Así finalmente, el 15 de octubre de 1692 se convocó Claustro Pleno, en el que son creadas las dos cátedras de Prima y Vísperas de benedictinos, acordándose que se impartan a la misma hora que las otras de igual condición. Con todo, la Universidad, en su constante habilidad mercantil no pierde la oportunidad para que los benedic- tinos corran con los gastos de restaurar y habilitar el aula que ocu- parán en las Escuelas Mayores, y aquella que pasará a ocupar ahora la lógica, en Escuelas Menores 116 . 113  No parece necesario detenerse en el asunto, puesto que Colombás nos da todos los detalles de los mismos, cf. García M. Colombás , Orígenes y primer desarrollo del Colegio de San Vicente de Salamanca , pp. 331-332, nota 135. Puede consultarse también, toda la documentación referente en: aupsa, Fondo Colegio de San Vicente , Caja 137. 114  Cf. aupsa, Fondo Colegio de San Vicente , Caja 137, carp. 9. 115  Cuando la Congregación de San Benito de Valladolid, dirige uno de sus memoriales al Monarca le recuerda, a modo de coacción, sus aportaciones en materia económica, a los intereses de la Corona en los Países Bajos: “... Y no permitiendo el temor de lo difuso que se puedan allegar todos, sólo ofrece ante los ojos de Vuestra Majestad no haber decaído el celo de la Religión en estos tiempos, no obstante la injuriosa estrechez de medios que se experimentan, pues, habiéndose tenido por conveniente levantar en Galicia tres mil hombres por el año pasado de 1689 para que pasasen a Flandes, por la falta que allí había de gente de esta nación, que siempre ha dado experiencias en aquellos países de precisa por su constancia y valor, y encargándose de la disposición de esta leva al conde de Puñoenrostro, sirvieron los monasterios que la Religión tiene en aquel Reino con el mayor número de gente que pudieron, vistiéndolos y armándolos a su costa, y facilitaron con su ejemplo a otras comunidades que estaban perplejas en la concesión de este servicio, de que no se duda que el Gobernador conde de Puñoenrostro daría cuenta a V. M., contentándose la Religión por premio de este servicio con que se pusiese en la consideración de V. M. que su mayor anhelo es y ha sido manifestar su fidelidad con tan perma- nente igualdad que sea la prontitud de obedecer el más fidedigno testigo de su buen obrar”. “Memorial de la Congregación de San Benito de Valladolid al rey Carlos ii (sin fecha [1692])”, en aupsa, Fondo Colegio de San Vicente , Caja 137, carp. 8, f. 1r. 116  Por lo que tenían que dotar un aula bastante deteriorada: “poniendo los bancos necesarios, blanqueándole y mudando las doctorales al general de en medio de los tres, mano izquierda entrando en Escuelas Menores, por el patio de

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