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532 miguel-anxo pena gonzález a cátedras, y son los que, desde comienzos de siglo, tienen más maestros en la Academia, aunque es ahora cuando empiezan a ver peligrar su hegemonía institucional . Para las primeras décadas del siglo xvii, los dominicos compiten en fuerza con los agustinos, los cuales están al mismo nivel entre éstos. Por otra parte, al optar los dominicos por una línea teológica concreta, aquella representada por Melchor Cano y seguida por Domingo Báñez, las otras ten- dencias quedaban en manos de otros religiosos, teniendo además presente que, el equilibrio de fuerzas, siempre es necesario en una institución en la que se prima la enseñanza y cualificación intelec- tual. 1.1. Un intento de control en el marco universitario En este sentido, se había perdido la libertad de cátedra, que se veía opacada tras los intereses institucionales y el proceso centrali- zador de las Órdenes, que había hecho a los frailes más dependien- tes de sus superiores. Pero no se trata simplemente de la propiedad y titularidad de las cátedras, sino también de una férrea presencia en todas las estructuras de gobierno. Este control supera amplia- mente los contextos salmantinos, introduciéndose en los diversos ámbitos de poder y decisión en torno al Monarca y las estructuras del Estado, como sería el ámbito privado y personal del confesiona- rio que, desde décadas atrás venía siendo controlado por dominicos y observantes franciscanos, pero que ya veían cómo también en este campo estaban avocados a competir con la Compañía de Jesús, realidad que tendrá lugar un siglo después con la entrada de los Borbones al trono de España , pero que paulatinamente se deja sen-  En una ampliación del problema, véase también, Clara I. Ramírez González – Armando Pavón Romero, “De estudiantes a catedráticos. Un aspecto de la Real Universidad de México en el siglo xvi”, en Id. (comps.), La universidad novohis- pana: corporación, gobierno y vida académica (México: unam, 1996).  Será Luis xiv el que imponga a su nieto Felipe v como confesor al P. Gui- llaume Daubenton. Cf. Luisa Cuesta Gutiérrez, “Jesuitas confesores de reyes y directores de la Biblioteca Nacional”, en Revista de Bibliotecas, Archivos y Museos 69 (1961) pp. 129-174; José F. Alcaraz Gómez, “Documentos. Felipe v y sus confesores jesuitas. El «cursus» episcopal de algunos personajes ilustres del reinado”, en Revista de Historia Moderna 15 (1996) pp. 13-45; VV.AA ., “Confesores de reyes y príncipes”, en Diccionario Histórico de la Compañía de Jesús , tom. i, pp. 898-901. Para la relación de Felipe ii y la Compañía, véase la síntesis, Julián J. Lozano Navarro, La Compañía de Jesús y el poder en la España de los Austrias (Madrid: Cátedra, 2005) pp. 98-117. Con todo, Fr. Diego de Yepes, oh , Obispo de Jaén y confesor real, era muy cercano a la Compañía de Jesús.

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