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566 miguel-anxo pena gonzález que el Cristianísimo fuera conocedor de las decisiones tomadas en 1673 y que el Capítulo General de 1682, reunido también en Toledo, vuelve a plantear sobre la cuestión de los grados académicos. Se dirigen así al Rey para que les reconozca el Privilegio por él decre- tado, pudiendo recibir gratuitamente los grados académicos en las Universidades de Francia y, en concreto en la de Toulouse, por con- siderarla como una de las más importantes. La respuesta del Rey, con fecha de 30 de julio de 1682 será favorable, ampliando además la propuesta a que regenten una cátedra de Escoto: “hizo decreto de que en la famosa y celebrada Universidad de Tolosa, entren los religiosos observantes, no sólo a recibir los grados en la forma dicha, sino también a regentar una cátedra de nuestro Sutil Maestro. Todo esto consta de un traslado auténtico del sobredicho decreto del Cristianísimo Rey, que tengo en mi poder” 81 . Además de la sensibilidad por los estudios y ciencias sagra- das, que parece ir recuperándose progresivamente en el contexto de la observancia, estaba también presente la manera de actuar de otras Órdenes, como era el caso de la Compañía de Jesús, que había logrado privilegios de Julio iii y Pío iv, limitando los gastos de graduación, o los carmelitas descalzos con una Bula de Urbano viii. La diferencia parece estribar en que todas estas Órdenes, como los mismos dominicos, gozaban de rentas en las que poder amparar gastos tan significativos, cosa que no ocurría con la observancia. Por otra parte, los mismos franciscanos habían experimentado cómo la ausencia de maestros graduados les quitaba cierta preponderancia en el ámbito de la predicación popular 82 , al tiempo que no participar de la vida de las Universidades restaba también credibilidad a sus ataques a la herejía, especialmente al jansenismo 83 . Con este resultado positivo, los menores observantes se dirigen a Carlos ii, para solicitar ser admitidos a los grados en la Universi- dad de Salamanca, en las condiciones antedichas, por considerar que era la más importante de la Monarquía Hispánica, y recordando que así se estilaba en las Universidades de Francia. Pero, para este momento, el trasbase de ideas entre dos reinos fuertemente encontrados, no será ya tan fácil como podían pensar los mismos franciscanos observantes. Así, en los siguientes términos se dirigen 81 Ibid ., p. 4, n. 6. 82 Cf. Ibid ., p. 7, n. 8. 83 Cf. Ibid ., p. 8, n. 10.
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