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alternativa a las cátedras de teología en la Universidad… 565 El hecho tiene lugar en la Congregación General ultramon- tana celebrada en el convento de Toledo en 1673, donde se emitía un Decreto en el que se reconocía que, desde los comienzos de la Orden, los menores asistían a las lecciones de la Universidad de París para recibir el grado de doctores, y que lo seguían haciendo hasta la actualidad 78 . Al mismo tiempo, se establecía que en la Orden se podían recibir grados académicos, de tal suerte que se pudiera seguir adecuadamente la doctrina de Escoto, para lo que se exigía que los alumnos fueran presentados por el Ministro Gene- ral 79 . Todo ello, bajo condición de que los alumnos fueran admiti- dos a los grados de manera absolutamente gratuita, para salvar el criterio fundamental de la observancia, que era el de la pobreza radical. Para que esto pudiera ser aceptado, a su vez, se comprome- tían a enseñar sin recibir nada a cambio. Se trataba, por tanto, de la misma táctica utilizada por los jesuitas para entrar en la Univer- sidad. Era algo totalmente inusitado y crearía muy pronto tensión y desconcierto, especialmente con aquellos que habían sido sus tradicionales opositores en las Universidades del ámbito hispánico. Este proceder, además, venía respaldado por la actitud concreta del Rey de Francia que, en 1670 había promulgado un Decreto a favor de los observantes, en el que manifestaba que, en las Universidades de aquel Reino, serían admitidos a los grados, sin que pagasen propina alguna ni pudieran recibirlas 80 . La respuesta de la conventualidad de París, después de las veja- ciones sufridas durante décadas por los observantes, fue negativa a la incorporación de éstos a los grados, considerando que debían seguir renunciando a los mismos por fidelidad a sus ideales. De esta manera, se les cerraba la puerta de la Universidad en la que la presencia franciscana, a lo largo de la historia, había sido más significativa. Con todo, éstos utilizarán todos sus medios, logrando 78  Nótese que dicho asunto hacia referencia a la conventualidad franciscana, a la que se empiezan a mostrar ya más cercanos. Ya con anterioridad, en el Capí- tulo General de Toledo, reunido el 4 de mayo de 1633, se había decretado que los Lectores de Filosofía y Teología fueran privados irremisiblemente de su lectura si directa o indirectamente, de viva voz o por escrito, se separaban de la doctrina de Escoto. El detalle no deja de ser significativo. 79  No deja de llamar la atención la razón aducida, puesto que en los Estu- dios Generales intra Ordinem , se tiene constancia que se seguía explicando la doctrina del doctor Sutil y, la asistencia a las Universidades, es evidente que no iba a ser un enriquecimiento en este sentido, puesto que en aquellas que seguía existiendo una cátedra de Escoto, ésta podría considerarse casi como algo anecdótico. 80  Cf. Francisco Díaz de San Buenaventura, Luz clara …, 1682, pp. 3-4, n. 6.

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