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556 miguel-anxo pena gonzález 2.2. Cátedras de propiedad para los jesuitas Como ya hemos señalado, en el curso 1603-1604, después de los prolongados pleitos, los jesuitas comienzan a leer dos lecciones de Teología, en uno de los generales de Escuelas Menores. Esta situa- ción había sido ventajosa para ellos, puesto en sus lecciones tenían una significativa concurrencia de estudiantes. Con todo, al lograr a los pocos años los dominicos sus cátedras de propiedad de Órdenes, se desata una carrera de obstáculos, en la que diversas Órdenes intentarán hacerse con un espacio propio y seguro. En la Compa- ñía de Jesús, luchar por esta opción no dejaba de ser cuestión de tiempo, puesto que ellos eran los primeros que más férreamente se habían opuesto al sistema tradicional de provisión de cátedras. Pero en el contexto salmantino, los jesuitas, en gran parte, se movían en la confrontación, lo que nuevamente mostrarán en la segunda década del xvii, cuando comienzan a explicar Artes a puertas abiertas. No deja de tener importancia el hecho, puesto que coincide con el patronazgo de la Reina Margarita de Austria para crear tres cátedras de Artes. Nuevamente se originó cierta tensión con la Universidad, reclamando los de la Compañía que se les asig- nase también general para explicar Filosofía, con lo que dejarían de explicar a puertas abiertas. Como no lograron su objetivo, siguieron explicando a puertas abiertas, continuando el enfrentamiento con el Estudio 54 . Los mismos jesuitas, en 1627, acusarán al Alma Mater de no contar con maestros dignos, considerando a los suyos como mejo- res, y justificando así, de alguna manera, su proceder. Así mientras, los jesuitas vivían un momento de máximo esplendor, la Universi- dad se veía con serias dificultades para llevar adelante el estudio de la gramática , en lo que los jesuitas se habían ya convertido en el referente fundamental, como ya hemos indicado anteriormente. Así, mientras se habían dedicado a la gramática y a las humanidades, no había surgido gran revuelo, cosa muy diferente en el momento en que comienzan a explicar Filosofía y Teología. Los jesuitas tenían motivos suficientes para ser fuertes, puesto que contaban con diversos Privilegios pontificios, que les permi- tían enseñar en sus Colegios no sólo humanidades, sino también las ciencias que se consideraban mayores, como eran las Artes y la Teología, al tiempo que los cursos oídos en los Colegios de la Com- 54 Conviene resaltar que, si los que leían en Filosofía eran pasantes, atra- yendo la atención de estudiantes externos, esto nos está dando cuenta de cómo era el nivel de esta disciplina en aquel momento.
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