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alternativa a las cátedras de teología en la Universidad… 555 parte los problemas que surgirán de aquí en adelante, donde se mostrará una fuerte dependencia y necesidad de medios. En ello estarían también involucrados franciscanos y jesuitas, no sólo desde el ámbito cortesano de Madrid, sino influyendo para que el Pontífice tuviera un pronunciamiento de esta índole, que daría como resultado subsiguiente la creación de las cátedras de propie- dad de Órdenes para la Compañía de Jesús. Al mismo tiempo, se abandona el sistema de provisión de cáte- dras tradicional, de un fuerte contenido corporativo, pero que cla- ramente dificultaba ya la transparencia de los procesos, por lo que será sustituido por la provisión directa por el Consejo de Castilla, realidad que pasa a ser definitiva en 1641, lo que hizo que Artes y Derecho fueran controlados por los colegiales. Progresivamente, se había pasado de una amplia y selecta formación intelectual, a una promoción personal, afincada a partir de los respectivos grupos de presión, convirtiéndose en una herida abierta en el seno de la Uni- versidad, que será ya muy difícil subsanar. La Universidad «letrada» de la Monarquía Hispánica o, como se seguía considerando la misma Universidad en un Claustro de 1621, “la joya más preciosa en materia de letras que tiene la Corona” 53 , aunque en ese momento la Monarquía ya está centrando su mirada en otras nacientes estruc- turas académicas. Por otra, no se puede olvidar que en la década de los treinta y cuarenta, la desintegración del cuerpo universitario es un hecho, que tendrá unas consecuencias devastadoras para el Estudio. Con todo, el cambio de paradigma no deja de ser bastante lógico, puesto que la Universidad se reconduce hacia su cauce más natural, que es el del estudio del Derecho, en el que había tenido su origen más prestigioso y, donde la Teología casi puede ser conside- rada como un apéndice glorioso, en el que se encuentra Francisco de Vitoria a la cabeza del mismo. El efecto es el tradicional en los momentos de falta de solidez y seriedad científica, la multiplicación de estructuras, pero todas ellas poco operativas, por buscar su pro- pio horizonte personal. 53 “Memorial de 12 de octubre de 1621”, en ausa, Libro de Claustros , lib. 89, f. 123. Tomado de: Luis E. Rodríguez-San Pedro - Águeda Rodríguez Cruz, “Sala- manca: La fascinación de un nombre”, en Luis E. Rodríguez-San Pedro (coord.), Historia de la Universidad de Salamanca. iii.2. Saberes y confluencias (Sala- manca, Ediciones Universidad de Salamanca, 2006) pp. 1009-1028.
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