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530 miguel-anxo pena gonzález Domingo Báñez que, incluso, reciben la encomienda de sus supe- riores de escribir un Comentario oficial a la Summa , teniendo como base todos los manuscritos pertenecientes a los maestros domini- cos . Este tipo de interpretación, que se distanciaba de unos orígenes creativos, de facto llevaría consigo que otros ocuparan ese papel, que podríamos considerar como más moderado y humanístico en la interpretación teológica. El segundo elemento, entendemos que es, precisamente, la entrada en escena de la Compañía de Jesús y sus lecciones a puertas abiertas, que se convertirá precisamente en esa alternativa de lectura más amplia, que los alumnos estaban deseando. Así, ese nuevo baluarte de la ortodoxia, que era la Com- pañía de Jesús, ocupaba de repente un lugar que tradicionalmente se entendía vinculado a la Orden de Predicadores, lo que inmedia- tamente creará sus tensiones y, porqué no decirlo, incluso fuertes envidias y rivalidades. Por otra parte, el desplazamiento de los dominicos y de otros grupos a ellos vinculados, no hacía sólo referencia a la Universidad de Salamanca, sino a todos los núcleos de poder en estrecha rela- ción con la Monarquía Hispánica. Entre dichos espacios, considera- mos que ocupaba un papel también de fuerte relevancia, tanto las capellanías de personas distinguidas, como la atención habitual a las mismas en el sacramento de la reconciliación y la asesoría cons- tante en sus cuestiones de gobierno. Espacios que, progresivamente, también serán ocupados por los jesuitas, en detrimento de las anti- guas Órdenes.  Véase, a este respecto, la “Epístola-Dedicatoria” de Bartolomé de Medina de su exposición sobre la I-II de Santo Tomás, en la que hace referencia al encargo que se le ha hecho de elaborar un comentario a la Summa, con todos los materiales existentes de los maestros de San Esteban, a partir de Francisco de Vitoria. Cf. Bartolomé de Medina, Expositio in Primam Secundae (Salmanticae: typis Haeredum Mathiae Gastii, 1578). En idéntica línea se mantiene Domingo Báñez, quien, en la dedicatoria y presentación al lector marca claramente los parámetros de una escolástica ya rígida, al tiempo que se le ha encomendado oficialmente que publique su comentario a la Summa . El detalle es tan evidente, que dicha obra se publicará desde el convento de San Esteban. Cf. Domingo Báñez, Scholastica Commentaria in Primam Partem Summae Theologiae S. Thomae Aquinatis (Salmanticae: apud S. Stephanum Ordinis Praedicatorum, 1585) pp. 3-7.