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LA UNIVERSIDAD DE SALAMANCA Y EL CONTROL DE LA TEOLOGÍA... 55 situación y trato de los indios en aquel territorio nuevo; del que tie- nen un conocimiento profundo y detallado por medio de memoria- les y consultas. Los misioneros escriben a los maestros salmantinos para conocer su parecer acerca de cómo se está procediendo sobre las cuestiones fundamentales que, en muchas ocasiones, ellos consi- deran como poco adecuadas o muy desproporcionadas. El tema es mucho más profundo y relevante de lo que pueden reflejar las inter- venciones de Fr. Bartolomé de Las Casas o sus disputas con el emi- nente jurista Juan Ginés de Sepúlveda. Por otra parte, no olvidemos que el primer autor del que tenemos noticia de su reflexión sobre dicha cuestión es John Mair, maestro en el Colegio de Monteagudo de París, y que influirá significativamente en el maestro Vitoria 5 . Huelga decir que, una cosa fue la teoría y, otra muy diversa, la praxis. Puesto que lo que ellos planteaban no tuvo un reflejo directo en la vida de los naturales; aunque no se puede negar su eficacia en la organización y plasmación de unas particulares y propias leyes de Indias, que quedan ya reflejadas en el mismo testamento de la reina Isabel, cuando suplica: “... y encargo y mando que no consien- tan ni den lugar a que los indios vecinos y moradores de las dichas islas y de Tierra Firme, ganadas o por ganar, reciban agravio alguno en sus personas y bienes; mas manden que sean bien y justamente tratados y si algún agravio han recibido, lo remedien y provean” 6 . No se puede tampoco negar que, a la hora de interpretar el pare- cer de los autores salmantinos, se va produciendo una oficialización progresiva del uso de Santo Tomás de Aquino y, especialmente, de su Summa , como fuente de argumentación, que desgraciadamente va quitando espontaneidad y libertad a las conclusiones a las que habían llegado los primeros maestros, mostrándose progresiva- mente una lectura más oficial, y que hacía una lectura de la ley natural en sentido tomista riguroso, distinguiendo entre los princi- pios primarios y secundarios señalados por el Aquinate, lo que tenía consecuencias concretas en la dignidad humana de los individuos. Esa lectura más institucional tendrá un gran número de seguidores, 5 Es suficiente con constatar todas las veces que Vitoria cita a este autor en su Comentario a la Suma . Cf. M. A. Pena González, “El concepto «Escuela de Salamanca», siglos XVI-XX ”, en L. E. Rodríguez-San Pedro (coord.), Historia de la Universidad de Salamanca. III .1. Saberes y confluencias , Ediciones Universidad de Salamanca, Salamanca 2006, 261. 6 C. Pereyra, Breve historia de América , Aguilar, Madrid 1930, 256.
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