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78 MIGUEL ANXO PENA GONZÁLEZ en las aulas de la Complutense, refiriéndose a más de ochocientos alumnos en una clase de Teología escolástica. La Teología, para este momento, era una clara vinculación de contextos interrelacionados, que se proyectaban mucho más allá de las fronteras y, por lo mismo, no eran fácilmente controlables. 3. L a búsqueda de espacios propios y seguros El conflicto de cátedras es una realidad que se va imponiendo en todas las Universidades, y en la que ocupará un papel signifi- cativo la fuerza que cobra de manera ascendente la Compañía de Jesús, con sus centros de formación paralelos y al margen de las Universidades. Lo que en un primer momento es recibido como una ayuda más, en el momento en que lo humanístico pasa a ocupar un segundo lugar, la Compañía comienza a ser vista como una fuerza hostil, por la que la Universidad se puede ver fuertemente relegada. Así, el conflicto podría estar en la misma vocación docente de la Compañía, que había hecho un despliegue de fuerzas en las ciuda- des más importantes de todo el Orbe Católico, especialmente en aquellas donde las Universidades tenían mayor relevancia. Esta rea- lidad se puede contemplar desde Salamanca hasta Roma, pasando por Lovaina. El conflicto lo podemos valorar, fundamentalmente, a dos niveles: en referencia a los Estudios en competencia directa con los Colegios y en las Órdenes que tenían mayor presencia en la Universidad, que ven peligrar sus intereses institucionales y de grupo. La gran diferencia, precisamente estaba en que los jesuitas no necesitaban a la Universidad, sino que comenzaba a hacer un cursus honorum totalmente paralelo que, en la medida en que cre- cía la Compañía, de igual manera se hacía más autónoma e inde- pendiente de los localismos universitarios, creando su propia red de Colegios. Las relaciones comienzan a deteriorarse desde el mismo momento en que los Colegios de la Compañía de Jesús pasan de una formación en Gramática y Artes, a impartir lecciones de Teo- logía y Cánones, especialmente cuando se hace sin ningún tipo de restricciones. Así, en uno de los primeros lugares donde surgirá el conflicto será en Valencia, cuando en 1562 los jesuitas impartan la Teología a puertas abiertas, con lo que los estudiantes asisten en gran número. La respuesta de la Universidad es prohibir la presen-