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62 MIGUEL ANXO PENA GONZÁLEZ ha de ser con cierta premura. Para llegar a cumplir dicha labor, se esforzará en recoger todos los manuscritos, traslados y copias que quedan, haciendo así notar que ya se han perdido algunas cosas. Con la conciencia, al mismo tiempo, de estar transmitiendo un legado para las futuras generaciones 12 . En lo que se refiere a su doctrina teológica, en Bartolomé de Medina vemos que en su reflexión teológica la Tradición sigue ocupando un lugar destacado, algo que puede tener su fuente más directa en Melchor Cano, y que al igual que en el dominico de Bel- monte, la Teología positiva sigue ocupando un papel de cierta rele- vancia, que en los siguientes maestros cada vez será más escasa. Por otra parte, él mismo es consciente de que su latín ya no tiene la dicción del de los maestros de corte humanista, sino que es más bárbaro 13 . Era ya el abandono de la creatividad individual y de las formas particularmente propias, dejando también al margen todo lo que pudiera ser visto como innecesario, no sólo respecto a la ascética y mística, sino en confrontación a las formas comunitarias y del grupo del que se formaba parte y en el que se debía evitar todo tipo de fisura. Precisamente por este corte más rígido, en el que se ponía en evidencia una ausencia de elementos humanísticos, la obra será atacada desde otros grupos de presión. Por lo mismo, cuando en 1580 publique el comentario a la Tertia pars 14 , responderá a los embates recibidos de los agustinos y, muy probablemente, del mismo fray Luis de León 15 . b. La formulación del tomismo dominicano El trabajo emprendido por Medina no hubiera supuesto el lugar de relevancia que ha tenido, sin la configuración que le aportará el trabajo de Domingo Báñez que le da la impronta de un tomismo que tiene como fundamental referente a Cayetano y en el que ya se configurará el elemento formal que lo identificará de cara al futuro: 12 Cf. B. de Medina, Expositio in Tertiam PartemD. Thomae , Typis Haeredum Mathiae Gastii, Salmanticae 1584, argumentum operis. 13 Cf. Id., Expositio in Primam Secundae , prol. 14 Cf. Id., Expositio in Tertiam Partem D. Thomae , admonitio ad lectorem. 15 El conflicto venía ya de atrás, en una enconada batalla de fuerzas entre las dos órdenes ya que, cuando en 1573, fray Luis deja vacante la cátedra de Durando por haberse cumplido el cuatrienio, a ella opositan Medina y el agustino Pedro de Uceda.

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