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Ometeca ·XIII • 67 Morelos no fue original al proponer las que eran tradicionales conclusiones teológicas y políticas que estaban vigentes en su tiempo, las cuales justificaban moralmente el uso de los medios violentos a los que él acudió. Fue, con Hidalgo, original en atreverse a llevarlos a cabo."98 5 A Modo de Síntesis En razón de lo que hemos ido describiendo, se puede entender que, a finales del siglo XVIII, se producía una recuperación del pensamiento clásico hispánico, pero que tenía dos interpretaciones diametralmente opuestas. Por una parte, la oficialista, con el recurso a los autores seguros y que podían ser leídos en clave regalista, como era el caso de Melchor Cano. Por otra parte, la de los independentistas, que utilizaban a los teólogos y juristas más sobresalientes de la Escuela de Salamanca, y que habían sentado las bases de lo que podíamos definir 98 A. CHURRUCA, "El pensamiento de Morelos,'' en P. RICHARD (ed.), Materiales para una historia de la teología en América Latina. Vi JJ Enc:uentro Latinuarnericano de Cehila, Lima 1980, San José de Costa Rica, Departamento Ecuménico de investigaciones, 1981, 251 . Parece interesante, en este momento, retomar, al menos, un ejemplo, entre sus cartas, memoriales y manifiestos: .".. Espera la América que se unan todos sus hijos, y os hagan resistencia, hasta acabar con vosotros, pues aunque no veú is a los pueblos alannados, sabed que en todas partes, nos desean para sacudir el yugo que los tiene oprimidos, y después de nuestra compafüa burlarse de vuestras inicuas providencias y talentos militares. Espera que los americanos de honor, primero perderán la vida y sacri ticarán todo su haber en defensa de los sagrados derechos de la Religión, Rey y Patria, para tener gloria cuando vuelvan a sus hogares de ensei1ar sus heridas y cicatrices... Espera que si no os rendís tendréis un desastrudo tin, que no descansarán en paz vuestras cenizas, y lo mismo la de todos aquellos criollos cobardes indignos de ser contadsos, en el númern de los hombres, y Jignu~ sí J t: ser cunfunúiuus en el error hediondo de la traición, que creyendo en vuestras falsas promesas, hoy tributarán llenos de orgullo, inciensos propios necios y aduladores. Espera (más que en sus propias fuerzas) en el poder de Dios, e intercesión de su Santísima Madre que en su portentosa Imagen de Guadalupe, que (aparecida en las montañas del Tepeyac para nuestro consuelo y defensa) visiblemente nos protege. Espera que esta soberana Rt:ina del Empíreo castigará vuestra insolencia y perfidia inaudita, con que se está viendo ultrajada con lanzas y escarnecida con las sacrílegas voces de aquí está ésta. Espera que sus hijos arrancarán de vuestras manos cuanto habéis robado a Dios y a su Iglesia. Que venguen las enonnes injurias, que nuestros verdaderos hennanos han sufrido en los pueblos desalannados viendo quemar y destrozar a los hijos que les servia de complacencia y en quienes tenían la esperanza de que fueran el báculo de su ancianidad....'' J. M~ MORELOS, "Manifiesto de José María Morelos a los habitantes de Tehuantepec, respecto a sus consideraciones de lo que es y representa el gobierno español en América ( 1812)," en lD., More/os. Documentos, tom. l, Morelia, Gobierno del Estado de Michoacán, l965, l60- 161.

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