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Ometeca ·XIII • 47 los pequeños pueblos que permanecieron hostiles a todo el proceso, que pretendían y luchaban por su propia independencia. Estos pueblos, con sus ofensivas, serán los que ahora justifiquen la secesión de España. Por lo mismo, parece que no se puede entender el momento de la Independencia sin relacionarlo estrechamente con el de la Conquista, de igual manera que no es posible entender la gesta misionera del siglo XVI, si no se pone en estrecha relación con la identificación con las primeras comunidades cristianas. Por otra parte, valorar el hecho en su conjunto nos obliga a referirnos no sólo al momento de la conquista y sus constantes enfrentamientos, sino cuando ésta se había afianzado de igual manera que las tempranas insurrecciones. Sirva como ejemplo lo acaecido en 1540, en Nueva Galicia, cuando estalló una tumultuosa insurrección indígena cuyo signo peculiar no fueron los abusos por pa11e de los conquistadores, sino el intento de retomar al primitivo paganismo. Hecho parecido es el que se da en Perú, cuando los sucesores incaicos forcejearon reiteradamente por la independencia. En 1572, el virrey Francisco de Toledo ahogará la revuelta de Tupac Amaru. Dos siglos después, en 1780, otro inca promueve una insurrección que era ya un preludio de la que estaba por venir 41 . Si esta primera argumentación aparece con gran fuerza, no es menos significativa la interpretación de la Conquista, que resurge a partir de las claves ilustradas. Así, después de tres siglos de dominio hispánico, se comienza a hablar de época colonial 42 . Era un claro anuncio de una nueva comprensión, puesto que desde España no había cabida para dicha terminología, puesto que se tenía conciencia de que allende los mares se encontraban provincias y reinos de Ultramar, cuyos naturales eran, además, vasallos del Rey Católico y, por lo mismo, sujetos de derechos y deberes. Como prueba evidente de esta 41 Cf. J. SILES SALINAS, La independencia de Bulivio, Madrid, Mapfre, 1992, 37-53. 4 2 En este sentido, no es que desconozcamos la historiografia que prefiere hab lar de colonialismo español, sino que no estamos muy de acuerdo con las mismas, considerando que es un ténnino totalmente dependiente de la leyenda negra, y con unas connotaciones eminentemente económicas. Acerca de este tema, puede resultar de interés la síntesis del profesor de la Complutense, cf. R. DOBADO GüNZÁLEZ, "Algunas consideraciones sobre el colonialismo español en América: El coste económico de la Independencia de México," en l. ÁLVAREZ CUARTERO - J. SÁNCHEZ GÓMEZ, Visiunes V revisiones de lo Independencia americana. 111 Culuquiu lnternociunol de Histuria de A111érirn "La Independencia de Amérirn. "Salamanca, nuviembre de 2001, Salamanca, Ediciones Universidad de Salamanca, 2003, 21-47.

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