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APORTACIÓN ANTIESCLAVISTA EN TIERRAS DE INDIAS... 529 prefieren perecer antes que volver al aino... Trabajan siempre día y noche y hasta los azotan diariamente los recaudadores, como a los hijos de Israel; no se les per mite respirar ni se les suministra alimentos ni tienen días libres, porque se les obliga en cada uno de los días festivos a ti-abajar para sí, para buscar su alimen to, o para el amo”152. 6.3. REsTITUcIÓN Y SATISFACCIÓN También aquí la restitución se nos presenta como una consecuencia directa de la libertad de los siervos, sin la cual, el mal seguirá estando presente. La aten ción se pone en relación directa con los bienes y el salario del trabajo realizado, mientras fueron tenidos en servidumbre por los supuestos amos. Parte del con vencimiento que, aquellos que se enriquecieron con lo que lícitamente no era suyo, deben restituirlo a sus verdaderos dueños: “Luego como en las Indias y en Europa se han enriquecido con injuria de los negros contra el derecho natural de los esclavos, es claro que hay que restituir todo en lo que se han hecho más ricos. En efecto, con la sangre, sudor y esfuerzo de un solo siervo injustamente escla vizado, se compra otro injustamente. Así se han enriquecido con injurias, con injusticias en las Indias”l53. Es consciente de la dificultad de desenmarañar la madeja, por lo que inten ta ser muy práctico a la hora de proponer soluciones. El primer punto es la con sideración de que la restitución aecta “a todo lo que adquirieron por medio de los negros”154. Pero, reconociendo que quedarían en la ruina, el proceso impone, dos cuestiones inapelables: la restitución de la libertad y el precio de sus traba jos’55, con pérdida de los bienes por parte de los amos, si fuera necesario. Sigue fielmente la doctrina del Aquinate expuesta en la 11a q. 62, aun que para la interpretación, tiene presente los casos de conciencia de Valerio Reginaldo, que llega a citar literalmente156. Es bastante lógico qtie cite a este autor, ya que ejerció gran influencia en la disciplina penitencial de su tiempo, y es considerado como uno cte los grandes representantes de la línea jesuítico laxista, así lo identificaba el mismo Pascal. En este caso, a diferencia de Avendaño, no está litigando con la moral expuesta, sino que se vale directamen te de ella, aplicando lo que Reginaldo dice acerca de la restitución: “Si aquel que está obligado a la restitución por razón de cosa injustamente adquirida la obtu ‘o de mala fe, está oblígado no sólo a restituir la cosa misma sino también a reparar todos los daños que, por su carencia, sufrió entretanto el verdadero amo. 152 1b11., 119. 153 Jbtd., 121. 154 Ibíd. 155 Cír. ibíd. 156 Cfr. F.J. de JAcA, Itesolució,, u, 52.

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