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APORTACIÓN ANTIESCLAVISTA EN TIERRAS DE INDIAS... 525 Después de haber contestado al probabilismo de Avendaño, regresa nueva mente a Molina, sosteniendo que no hay que hacer mal para obtener de él cual quier bien’36, lo que no hubiera escrito más tarde, al condenar Inocencio XI las 65 proposiciones, porque de ser así “por ellas consta que siempre hay que seguir la vía más probable y más segura y que el juez no puede seguir la opinión menos probable, dejada la más probable, corno es patente por la segunda reproba ción”137. A partir de ahora, en los comentarios a los diversos autores, obtiene las dudas de ellos mismos, sin tener necesidad de ser él quien cree proponga las difi cultades. No se trata sólo de favorecer la libertad, sino también la obligación moral de restituir en conciencia, rechazando el probabilismo de Molina’38. Con cierta ironía plantea su respuesta a modo de silogismo, atacando nuevamente ese laxismo moral: “nadie en concreto es esclavo injustamente y algunos en concre to son esclavos injustamente son expresiones contradictorias, con más razón, por tanto, de ninguno en concreto son convincentes y de los más son convincentes, aunque no lo sean de todos, son expresiones contradictorias. A ambas las hace al mismo tiempo verdaderas Molina”39. Como su comentario se basa en el texto de Avendaño, ahora contestará a los autores que éste cita literalmente. El primero de ellos es Rebello, encontran do en su discurso ciertas incongruencias, entre la exposición teórica de su prime ra parte y las conclusiones que obtiene en la segunda. También en este caso la distinción de pensamiento tiene su origen en el laxismo de los jesuitas o, más exactamente, en sus intereses personales en la trata. Avendaño le sirve además para demostrar la fuerte mortandad que se produce en el viaje, aunque éste lo niegue, y la experiencia demuestra lo contrario, “...porque si los mercaderes pudieran impedir la muerte con el cuidado especial, no dejarían piedra por remo ver y emplearían toda diligencia, ya que ello va en grave daño suyo. Pero aun empleado todo cuidado, siempre, como me dijeron, perece una tercera parte. Con más razón, por tanto, si se emplea un cuidado mediocre o nulo, como ocu rre cuando los amos no son capitanes de la nave”t40. En su discurrir, ahora el ataque al probabilismo, ya no dice sólo referencia al sistema moral, sino que entra mucho más en profundidad, indagando sobre las situaciones concretas, como prueba de un casuismo atento a las necesidades de los hombres. En esos casos concretos presenta también la realidad de los indios, que no dista mucho de la de los africanos. Sus palabras son muy expresivas de 136 Cfr. Ibíd., 8$. 137 Ibíd., $9. 138 “Aunque parezca convincente que los más de los esclavos en aquellas regiones fue ron sometidos injustamente a esclavitud, sin embargo, no es convincente que lo fueran todos, por lo tanto, de ninguno de ellos en concreto es convincente”. Ibícl., 91. 139 Ibíd. 140 Ibíd., 97.

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