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520 MIGUEL-ANXO PENA GONZÁLEZ por naturaleza, y la libertad nattiral es condición propia y característica del ser humano, por lo que la esclavitud de los negros va en contra de todo derecho y norma divina o positiva. Así, “yerran en el principio al hacerlos cautivos o al com prarlos y trasportarlos a América; y desaciertan cien veces en el fin al llevarlos como a bestias y emplearlos como a mulos. Erraron en el principio al introducir la negociación ilícita ciegos de avaricia; y desaciertan cien veces al mantenerla, al vender, comprar, transportar, poseer hoy en día esclavos en contra de su propia conciencia. Erraron en el principio, dando ocasión a sediciones entre negros, a rapiñas, hurtos, inhumanidades, crueldades, represiones inauditas y ejecutando maldades horrendas y crímenes execrables. Muchos erraron en el principio contra todo derecho natural, en el que no cabe admitir error; y todos desaciertan cien veces en el fin, obrando contra todos los derechos, haciendo injuria a los negros, comportándose con ellos mal, muy mal. Erraron en el principio, en este negocio de los negros, a escondidas los negociantes y mercaderes en otro tiempo y des aciertan cien veces en el fin de manera ostensible, abierta, pública, cometiendo crí menes inauditos y haciendo grandes males todos los amos de esclavos”6. Desde el primer momento muestra su cuidada formación intelectual, especialmente en el campo moral, cuando nos presenta las descripciones y razonamientos. Ahora lo hace para sostener que los negros son hechos esclavos contra el derecho natural”7. También, para él, la esclavitud tiene su origen en el pecado, tanto en un sen tido teológico, haciendo referencia al principio de los tiempos, corno en la reali dad histórica concreta que él analiza: “Así, por el pecado y la muerte entró la esclavitud. De ahí que el hombre, usando mal de su libertad, perdió su libertad y fue hecho esclavo del pecado, del diablo y sometido a la muerte: pues tino queda esclavo de aquel que le ha vencido. Por lo tanto, el hombre se ha hecho esclavo del pecado y del diablo y sometido a la muerte”118. También él hace notar que todos los que intervienen en el proceso son culpables, ya que “ningún comprador y vendedor de negros de Africa puede ser excusado de trasgresión del derecho natural por la costumbre y el uso recibido”’9. En razón de ello, consi dera oportuno responder a las afirmaciones y motivaciones que van proponien do los diversos títulos, anulando la validez de cada una de las mismas. Su con clusión será rotunda y firme, mostrando una clara forma jurídica y moral: 116 Ibíd. 117 “Esta libertad, situada esencialmente en la voluntad, es tal, que Dios no quiere nunca actuar contra ella. Es, por tanto, inmutable, inamovible por ley eterna y natural. Por lo cual, la voluntad, que es formal y esencialmente libre, es dueña de sus actos y nunca es forzada por el Señor ni pueden las criaturas todas eliminarla, ya que Dios deja al hombre en manos de su albe drío... Esta ley natural, que es la misma en todos, con unidad de orden en cuanto a todos los hom bres y en cuanto a todos los tiempos, es una e idéntica y no obliga más en este tiempo que en otro, sobre todo respecto a los preceptos comunísimos”. ibíd., 25-26. 118 Ibíd., 27. 119 ibíd., 32.

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